San Francisco.— Mucho antes de que las conmociones cerebrales en la NFL fueran objeto de demandas, titulares en primera plana y películas de Hollywood, Merril Hoge ya era víctima. El ex corredor de Pittsburgh y Chicago se retiró tras ocho temporadas en las que recibió múltiples golpes en la cabeza que terminaron enviándolo al hospital con pérdidas de memoria y lenguaje, lo que provocó que demandara al médico del equipo.

El ex jugador ganó la demanda contra el cuerpo médico de los Bears, que dio la autorización para que jugara a pesar de mantener dolores después de una conmoción.

Hoge todavía cree que el futbol americano es benéfico y criticó al doctor Bennet Omalu por influenciar a padres de familia a no dejar jugar a sus hijos.

Omalu fue el médico que descubrió la enfermedad encefalopatía traumática crónica (ETC), luego de estudiar el cerebro del ex centro de los Steelers, Mike Webster.

“No sabe nada de la pediatría, pero sigue hablando como si estuviera educado en el tema. Si seguimos la filosofía del doctor Omalu y vivimos en el miedo, vamos a tener problemas para conseguir que los niños dejen el sofá. Lo que tenemos que hacer es educar a los niños y capacitar a los padres para hacer más seguro este deporte”, dijo Hoge.

El tema de las conmociones cerebrales y ETC se puso de nuevo en la palestra, luego de que ayer se dio a conocer que el ex quarterback de los Raiders de Oakland, Ken Stabler, sufría de ETC.

El tema se ha vuelto un tabú con los jugadores en activo, que prefieren dar la vuelta a las preguntas.

El quarterback de Denver, Peyton Manning, dijo que algunos médicos le han dado informes sobre su salud que no quería conocer.

A excepción de los pateadores, casi todas las posiciones han tenido un jugador con ETC, pero algunos linieros de los Broncos parecen no preocuparse por el tema.

Hoy la NFL ofrecerá una conferencia para dar a conocer avances tecnológicos que se han tenido para la seguridad de la cabeza.

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