Cien amaneceres más y el balón empezará a rodar sobre el césped de las ilusiones, en el que Miguel Herrera tiene planeado escribir el capítulo de mayor brillo dentro de una historia eternamente marcada por oscuros pasajes.

A 100 días del arranque de la XX Copa del Mundo, y 101 para su debut, el entrenador de la Selección Mexicana charla en exclusiva con EL UNIVERSAL. El objetivo está claro: sortear esa barrera que ha sido insuperable durante las más recientes dos décadas (octavos de final). Está convencido de que cuenta con el material humano para lograr semejante hazaña.

El Piojo repara en que, a partir de este día, arranca la verdadera cuenta regresiva hacia su cita con el destino y admite que “son muy poquitos [100 días]. Todo ha pasado vertiginosamente”.

“Cuando regresamos de Nueva Zelanda [con la clasificación al Mundial], parecía que faltaba mucho, pero estamos a 100 días y pasan bastante rápido”, insiste, emocionado. “Te encuentras con que empiezas a trabajar, ver esto, otro, y los días se te vienen encima, pero así es. No hay algún pretexto, sino el deseo y las ganas de realizarlo lo mejor posible, porque haremos historia”.

Meta visualizada desde el lunes 2 de diciembre, cuando la Asamblea de Dueños de clubes le ratificó en un banquillo que hirvió durante buena parte de 2013. Calmó todo con esa peculiar y valiosa combinación que posee: conocimientos tácticos más carisma.

“Estoy contento, disfrutando al máximo todo lo que realizo”, comparte. “Afortunadamente, tengo un gran grupo de trabajo; mis auxiliares, preparadores físicos, entrenador de porteros, doctor, y por supuesto, toda la gente de operación que trabaja con Héctor [González Iñárritu, director de Selecciones Nacionales] y Ricardo [Peláez, director deportivo del representativo absoluto], quienes nos ayudan bastante”, señala.

“[Nos encontramos] con un gran compromiso de realmente llegar y marcar diferencia, tratar de hacer la historia que queremos, que esto cambie y ya vean a México con otros ojos, que podamos ir siendo más sólidos cada día”.

Progreso observado en las prácticas que dirige, más allá de que el tiempo parece ser el mayor inconveniente. Herrera confiesa que, a 100 días, todavía existen muchos detalles por pulir, aunque el rostro de su equipo le agrada.

“Lo veo bastante bien. Trabajando a marchas forzadas, pero con mucho ánimo los chavos”, valora. “Me servirá mucho el partido del miércoles [contra Nigeria, en Atlanta] para poder ver cómo nos encontramos con el grupo de [futbolistas] mexicanos que están en Europa e ir definiendo ya un porcentaje mayor de la lista, pero todos animados y ya con la ansiedad de que llegue el primer partido en el Mundial de Brasil”.

Ese choque con las Águilas Verdes será el único en el que podrá medir al grupo completo, previo a elaborar la nómina mundialista, mas adelanta que ya tiene definidos en buena parte a quienes le acompañarán a la Copa del Mundo.

“Ya tengo en mi cabeza un porcentaje de nombres, pero [estoy] esperando que no ocurra algo, que todos jueguen cada día con la mayor determinación, entrega”, afirma. “Siempre les he dicho que, si van a meter la pierna, lo hagan fuerte y leal. Cuando vas con decisión, pero leal, siempre a la pelota... no buscas lastimar a alguien, y así nos respetamos y nos cuidamos todos”.

“Lo único que deben hacer para estar en Selección es dar el máximo en sus equipos”.

Empieza la cuenta regresiva... y El Piojo remasteriza la promesa.

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