Oakland.— Para LeBron James y sus compañeros, el segundo partido de la final de la NBA es de una importancia capital; los Cavaliers de Cleveland tienen que reaccionar y elevar su nivel de juego.

El jueves, los Cavs se hundieron en el Oracle Arena, abrumados por la velocidad y el poder de los locales (113-91), encabezados por sus súper estrellas Kevin Durant y Stephen Curry.

Los de Cleveland tuvieron 20 pérdidas de balón en ese partido, su mayor cifra en lo que va de la postemporada.

Desde el inicio de los Playoffs, ningún conjunto ha encontrado la clave contra Golden State, que cuenta con un récord de 13 victorias consecutivas y se destaca como favorito para recuperar el título perdido el pasado año, justo ante Cleveland.

En 2016, los californianos tuvieron el mejor comienzo y se adelantaron en la serie 3-1, pero gracias a las hazañas de su estrella LeBron James, Cleveland logró una improbable remontada para ganar en el último partido el compromiso (4-3).

Después de la derrota del jueves, James reconoció la superioridad de Golden State.

“Independientemente del número de días de preparación, no podemos negar lo que ellos son capaces de hacer”, dijo James.

“Cometimos muchos errores que ellos aprovecharon muy bien. Tenemos dos días para ver lo que hicieron, lo que hicimos mal y cómo podemos mejorar para el segundo juego”, insistió el triple campeón de la NBA.

James, que juega su séptima final consecutiva y la octava de su carrera, permanece sereno.

“Sabemos que somos capaces de jugar mucho mejor. No jugamos tan bien como sabemos hacerlo”, aseguró The King.

Los Cavs tendrán que resolver dos grandes problemas: Kevin Durant y Stephen Curry, el peligroso dúo. Agencias

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