RIO DE JANEIRO.— El que los gritos de la afición mexicana cada que despejaba el portero rival no fueran castigados provocó división de opiniones dentro de la FIFA.
Estas diferencias se hicieron visibles ayer en una conferencia de prensa, en la que participaron el director de un grupo de tareas de la FIFA encargado de luchar contra el racismo, Jeffrey Webb, y uno de los delegados de la Comisión Disciplinaria, Claudio Sulser.
Webb expresó su insatisfacción, porque la Comisión Disciplinaria no impuso castigos al recibir pruebas de gritos contra los gays y del uso de símbolos de extrema derecha. La primera hace alusión a los gritos de “puuuu...” de los aficionados mexicanos que, incluso, estuvo sometido a una investigación de FIFA y que terminó sin castigo.
Así también no se puso en marcha una investigación sobre las denuncias contra las federaciones de Rusia y Croacia, pese a que sus aficionados llevaron a los estadios pancartas con símbolos nazis.
“Es obvio que no hay relación entre lo que nosotros en el grupo de trabajo consideramos actos de racismo y discriminación y lo que la Comisión Disciplinaria considera como racismo y discriminación”, expresó Webb a la prensa en su intervención.
Agregó que hay que elaborar una estrategia más sólida con miras a la Copa Mundial de 2018 en Rusia.
“Va a ser un problema mucho más grande en Rusia”, afirmó el vicepresidente de la FIFA. “Rusia requiere un grupo de trabajo aparte, sólo para Rusia”.
Sulser justificó el que no haya habido sanciones contra determinadas federaciones, que son las responsables del comportamiento de los aficionados dentro de los estadios, diciendo que no era posible castigar a nadie, porque no había ningún jugador o equipo que hubiese sido blanco de esas acciones.
“Ha habido casos aislados”, expresó, agregando que no quisieron “intervenir sólo por intervenir”.
Al ser interrogado explícitamente sobre los cánticos de aficionados mexicanos contra un arquero rival, respondió: “Usaron palabras inapropiadas, más bien groseras, pero que no estuvieron dirigidas a un jugador específico”.
La Comisión Disciplinaria analizó material recabado por organizaciones de aficionados sin fines de lucro, que no cumplen papel formal alguno en el Mundial, a pesar de que el grupo de trabajo de Webb recomendó que así fuese en marzo.
Webb sostuvo que “no hay ninguna razón” para que no se hayan tomado medidas para recabar información. “Es lamentable. Esto es algo que identificamos como una de nuestras prioridades”, expresó.