VERACRUZ.— Hay una nueva especie de Tiburón, el Tiburón Reyna y es que Reyna es el rey de Veracruz. Como buen sanguinario, el escualo olió y justo o no, aprovechó para encaramarse aún más en la cima del Apertura 2013.
Veracruz venció 3-2 a Cruz Azul en otra tarde llena de polémica. La Máquina iba arriba con tanto de Pablo Barrera en la primera parte, pero en el segundo tiempo, un claro error arbitral echó a perder el trabajo cementero, provocó la expulsión de Israel Castro y la aparición de Ángel Reyna quien anotó dos veces, más un golazo de Jehu Chiapas, que al final decidió el juego. Ya en la agonía, Cruz Azul hizo el marcador más honroso con un autogol obra de Adrián Cortés.
Con esto Veracruz es más líder que nunca, con 10 puntos y Reyna líder de goleo con siete tantos.
Sobre Reyna
Lo que dijo Cruz Azul antes de partir al puerto fue verdad: el futbol de Veracruz pasa por Ángel Reyna. Pero sólo el futbol ofensivo, porque si de recuperar se trata, el 10 escualo se hace de la vista gorda.
Ángel se desmarca y hacia él va la pelota; Ángel la pide y se la dan; Ángel marca el movimiento y hacia allá se mueven sus compañeros. Cruz Azul respondió fácil al argumento rojo: aislar a Reyna y sin Ángel, Veracruz es un equipo chato.
La Máquina hizo su juego. Mover el balón con toques por abajo y explotar las bandas, así generó peligro
Todo iba bien para Memo Vázquez, quien sólo se enojaba cuando Alejandro Castro la perdía, o Pablo Barrera no desbordaba, pero el mundialista se reconcilió cuando al fin recordó lo que sabe hacer, se quitó rivales, centró, pero la pelota rebotó con tanta suerte que le volvió a quedar al azul, quien ¿centro, o tiró?, pero la consecuencia fue que el balón meció las redes.
La maquinaria cementera funcionó. A pesar del calor, Torrado jugó como novato, y enfrió a un Reyna que propició lo poco que hizo Veracruz, pero sin socio, poco pudo concretar en la primera mitad.
Veracruz urgió en el complementó, con más ímpetu que orden, lo que propició tiros de esquina seguidos y en el segundo Mascorro logró cazar la pelota, que superó a Corona, pero no a Israel Castro, quien salvó en la línea con el pecho, mas el silbante marcó que fue con la mano, decretando la expulsión del celeste y el penal que Reyna convirtió en gol.
El tanto despertó al equipo rojo. Cruz Azul por lógica, se replegó; Veracruz, por obligación, fue por el triunfo, y en una pelota que Joao Rojas no fue a buscar, Jehu Chiapas en un disparo de larga distancia venció a Corona.
Fue la debacle. Desde la banca no se reaccionó rápido y el Tiburón olió sangre. Reyna se regocijó con el balón y fue derribado por el otro Castro, para que se marcara otro penalti. Ángel falló en el primer intento, pero en el contrarremate fusiló a Corona.
Cruz Azul mostró pundonor cuando al final del juego se marcó penalti sobre Christian Giménez, quien falló el disparo, pero en el rebote Adrián Cortés metió el balón en su propia cabaña.
Como colofón, Sergio Napoles entró a ser expulsado por pegarle a Reyna, víctima de la impotencia cementera.
Pero al final, el marcador queda, y el tiburón manda en Veracruz, una nueva clase de Tiburón, el Tiburón Reyna.