Isaac Brizuela no guarda rencor a quien lo fracturó el torneo pasado y lo dejó fuera de actividad por cuatro meses. Ha perdonado a Rubens Sambueza. “No sé si a él [le afectó], pero los que más sufren son los familiares, no es fácil también el estar de su lado y de mi lado, mi familia también fue la que más sufrió. No sé si se le cargó de más, la manera que lo atacan ahora que vino no sé cómo lo tomó”, dijo el rojiblanco.
Asimismo, el Conejito destacó el optimismo con el que regresa para refrendar el título de campeón. “Creo que mi lesión fue accidental. El que empiece a encarar me ayudará a tener más confianza”.
El volante consideró que el juego del sábado ante Necaxa será un buen parámetro para ver hasta dónde han logrado el nivel para enfrentar el torneo. Indicó que la manera de jugar de los hidro-rayos es aceptable para probar a su equipo en la tercera fecha del torneo, “es bueno tener un parámetro como Necaxa, ya que viene haciendo las cosas bien”.
Dijo que en lo personal aún falta pulir detalles para estar al 100 y aportar al equipo.