Inmune al dolor que punzaba en la pierna derecha, Diego Schwartzman sigue su marcha de ensueño en el US Open.
El diminuto tenista argentino se instaló en los cuartos de final del último Grand Slam de la temporada, después de superar 7-6 (3), 7-5, 2-6, 6-2 al francés Lucas Pouille.
“No sé cómo he ganado”, dijo Schwartzman. “Empecé a sentir un dolor, no sé qué ha pasado con mi pierna. Estoy contento”.
Se trata de una instancia inédita para el Peque Schwartzman en las grandes citas. Por una plaza en las semifinales, se las verá mañana contra el español Pablo Carreño Busta, quien superó 7-6 (2), 7-6 (4), 7-6 (3) al adolescente canadiense Denis Shapovalov.
Schwartzman rubricó otra nota singular: se convirtió en el jugador de menor estatura que se ubica entre los ocho mejores de un Grand Slam desde que el peruano Jaime Yzaga lo logró en el US Open de 1994, según la ATP. Los dos sudamericanos miden 1.70 metros.
Como un muro que escupía de vuelta todo lo que tiraban, el sembrado 29 amansó la voluntad de Pouille, quien en esta misma ronda derrotó a Rafael Nadal en cinco sets en la edición del año pasado.
Al advertir de los problemas físicos de su oponente, Pouille intentó hacerle correr más con pelotas cortas y se adelantó 2-1 tras un quiebre de saque en el cuarto y definitivo parcial. Pero el francés se desmoronó.
“No es fácil jugar contra un rival que está lesionado... Al final estaba confundido entre sólo meter la pelota adentro y ser agresivo. Perdí mi ritmo”, reconoció Pouille.
Será la primera participación del Peque en unos cuartos de final de Grand Slam. Carreño llegó a la misma ronda, en Roland Garros, donde cayó ante Rafael Nadal, por lesión.