Cruz Azul asume la complicada misión de recuperar el nivel que alguna vez demostró Carlos Peña. La Máquina espera que el Gullit —de aquel León bicampeón— mejore su futbol, bajo la dirección técnica de Pedro Caixinha.
Fue el mismo timonel portugués quien lo llevó a los Rangers de Escocia, pero nunca encontró la forma de exprimirle ese talento que alguna vez demostró en los Panzas Verdes y la Selección Mexicana.
Se espera que Peña llegue a la Ciudad de México este fin de semana para cerrar su fichaje con los de la Noria. Ayer, Eduardo de la Torre, director deportivo de Cruz Azul, confirmó las negociaciones para adquirir los servicios del volante.
“Hicimos un balance y creemos que es muy favorable para el club y él [Gullit]”, dijo el Yayo.
No es la primera vez que La Máquina se tienta el corazón por jugadores mexicanos sin rumbo en el extranjero. El conjunto capitalino repatrió a Jared Borgetti y Pablo Barrera, pero sin éxito.
El ex máximo anotador del Tricolor regresó al país después de 17 partidos y 11 goles en Arabia Saudita, mas su paso por Cruz Azul está prácticamente olvidado, ya que nada únicamente anotó siete dianas en dos torneos. Salió por la puerta de atrás.
Barrera destacó en la Copa del Mundo de Sudáfrica 2010 y firmó con el West Ham. En Londres no tuvo ni tantita suerte para sobresalir y se mudó a Zaragoza, con Javier Aguirre como DT. Otro buen intento en su camino por Europa, pero no le quedó de otra de regresar a México, donde Cruz Azul lo arropó.
Carlos Peña puede ser la excepción para los jugadores que regresan al país en busca de recuperar gloria y fallan en el intento.
Omar Bravo estuvo en el Deportivo la Coruña, de España, unos meses y regresó a Tigres; tampoco encontró espacio con los felinos.
Francisco Fonseca es otro ejemplo que llegó con los regios después de no jugar lo esperado en Europa, con el Benfica.