Escenario de conciertos históricos, como el del cantante Rod Stewart, en los ochenta, eventos religiosos y mítines políticos, víctima de una leyenda que lo califica de maldito, sede del Mundial México 86 y de la Copa Mundial Sub-17 de 2011, además de actual casa de los Gallos Blancos de Querétaro, este día el estadio Corregidora cumple 28 años.

El partido inaugural corrió a cargo de las selecciones de México y Polonia, el 5 de febrero de 1985, que terminó con una victoria de 5-0 a favor de la escuadra azteca. El primer gol en el nuevo estadio, de penal, lo anotó Tomás Boy, capitán del equipo mexicano.

Su construcción obedeció a la realización de la Copa del Mundo México 1986, llevándose a cabo cuatro encuentros en esa justa: Alemania-Uruguay, Alemania-Escocia, Alemania-Dinamarca, y España-Dinamarca.

Con una capacidad de 35 mil 575 espectadores (su capacidad original era de 34 mil 130), el estadio también ha sido víctima de las supersticiones, alegando que hay una maldición, pues los equipos que juegan en el nunca logran su nivel óptimo de rendimiento.

Se dice que su construcción se hizo sobre un panteón, cuyos residentes no logran el descanso eterno, afectando a los equipos que tienen como casa al Corregidora.

Coincidencia o no, cuatro equipos han visto truncadas sus aspiraciones a la gloria: En 1987, Cobras de Querétaro, que descendió y desapareció tiempo después; Atlante, que en alguna época jugó en Querétaro y descendió en 1990; Querétaro, descendido en 1994, y un año después, TM Gallos Blancos, descendido y desaparecido.

Hoy, el mítico estadio será testigo del descenso o la salvación de los Gallos Blancos, que luchan por la permanencia en el máximo circuito del futbol mexicano, el fin de la “maldición” o la continuidad de la misma.

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