Aun con los tiempos difíciles que vive la tauromaquia en el mundo, y las protestas contra la fiesta brava en la capital mexicana exigiendo su abolición, la Monumental Plaza de Toros México se mantiene firme y colosal, lista para cumplir y celebrar 68 años de existencia.
Considerada un monumento histórico y ya tradicional en esta capital, la Plaza México, la más grande y cómoda del mundo, se prepara para celebrar su aniversario número 68 con un atractivo cartel, que sin lugar a dudas atraerá a sus tendidos a miles de aficionados taurinos.
El cartel lo conforman el rejoneador español Pablo Hermoso de Mendoza, mientras que a pie estará el actual y máximo triunfador de la Temporada Grande 2013-14, el joven espada de Aguascalientes, Joselito Adame, quien en tres tardes lleva ocho orejas cortadas.
Completa este cartel de los llamados de “postín”, y el cual arrancará a las 19 horas, el matador queretano Octavio García El Payo, quien es otro de los jóvenes diestros nacionales que han podido triunfar en este serial mayor en el coso de Insurgentes. Los toros serán del hierro de Fernando de la Mora.
En estos tiempos difíciles en los que algunos sectores de la sociedad piden su demolición y otros más que se termine con la fiesta brava en esta ciudad, el monumental coso sigue en pie para consolidar su prestigio como la plaza de toros más grande del mundo y como una de las tres o cuatro más importantes a nivel internacional.
En estos 68 años, la Plaza México no sólo ha sido escenario de espectáculos taurinos, fin para el cual fue construida, sino de otros variados programas, gracias a su plurifuncionalidad, como artísticos, culturales, religiosos, deportivos y hasta políticos.
Este majestuoso coso fue inaugurado el 5 de febrero de 1946 con un cartel integrado por los diestros mexicanos Luis Castro El Soldado y Luis Procuna, y por el legendario matador español Manuel Rodríguez Manolete, con toros de San Mateo.
Este escenario se pudo construir gracias al interés que mostró el empresario yucateco de origen libanés Neguib Simón Jalife, quien tuvo la enorme visión de edificar una mega Ciudad de los Deportes en la entonces apacible capital mexicana.
Por casi siete décadas, el coso se ha consolidado como uno de los tres escenarios más reconocidos a nivel mundial en la tauromaquia.