Construido en ocasión para el Mundial México 86, escenario histórico de conciertos, así como eventos religiosos, además de, según la tradición popular, con una maldición que pesa sobre él, el estadio La Corregidora, de la capital queretana cumple este día 30 años.

La construcción del Coloso del Cimatario, como se le conoce localmente, inició el marzo de 1983, y estuvo a cargo del arquitecto Luis Alfonso Fernández Siurob, por encargo del gobernador Rafael Camacho Guzmán, quien quería darle a la ciudad un estadio digno para la práctica del futbol.

La coyuntura de la realización de la Copa del Mundo sirvió para erigir la obra, para la cual se convocó a concurso a varios arquitectos queretanos

En entrevista, Fernández Siurob recordó que el “gobernador dijo al secretario de Obras Públicas que encargara unos proyectos, que en total fueron tres, entre ellos a Juan Córdoba, que había hecho un anteproyecto para un estadio en Ciudad Nezahuálcoyotl, pero que no quedó y se le hizo fácil entrar con algo que ya tenía hecho, no ganó él, me llamaron a mí”.

Entonces, continuó, comenzó una serie de aventuras, todo mundo opinaba, todos sabían de futbol, obviamente se tenían los antecedentes del Estadio Azteca y se tenía mucha presión.

Apuntó que el gobernador Camacho le presentó con los jerarcas del futbol mexicano de aquellos años, como Emilio Azcárraga, Guillermo Cañedo...

“Hice contacto con el arquitecto Pedro Ramírez Vázquez, quien había sido mi maestro, lo estimaba mucho y él muy respetuoso, porque él pudo agarrar el proyecto, era amigo del gobernador y estaba metido en eso. El gobernador tenía la voluntad de que fuera un queretano quien construyera el estadio de la ciudad”, abundó.

De ahí, se iniciaron pláticas donde había diferentes criterios, como altura de los palcos, el aforo del inmueble, muchos querían opinar hasta que el gobernador le dijo que tomara las decisiones y se desarrollara el proyecto.

Fernández Siurob aseguró que todas las historias, como que está construido sobre un cementerio, son leyendas.

“Hay una sola nota con un chivero viejo que andaba por ahí, que un día se le puso al tú por tú al gobernador un viejito como de 90 años, que tenía sus chivas, entonces el primer día que dinamitaron, inventaron que el viejito estaba ahí, ya era mucho tiempo que no iba por ahí, entonces inventaron que un fantasma, que leyendas y cuentos, el único fantasma que tenemos es la segunda división”, acotó.

Recordó que desde aquella época tuvo oportunidad de hablar con la leyenda del futbol alemán, Franz Beckenbauer, quien le hizo una observación sobre el estadio. Le dijo que además de ser muy bonito, es muy funcional, “va a ser un estadio que perdure, y la última vez que tuve la oportunidad de hablar con él, vi unos comentarios que hizo en unos periódicos de Alemania, de los cuales me manda copias, en donde expresa eso, que sería un estadio que perduraría, y así es, la gente lo acepta”.

Treinta años y y miles de partidos después, unos mundialistas en 1986 y en 2011, conciertos como los de Rod Stewart, Cyndi Lauper, Shakira entre otros, el coloso del Cimatario domina desde un extremo a la ciudad queretana, augurando más años de ser escenario de emociones deportivas y expresiones artísticas.

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