Scottsdale.— El pasado lunes Muhammad Ali fue ingresado al hospital debido a problemas respiratorios, pero se pensaba que no sería algo tan grave. Al final no fue así.
“Se internó el lunes, se pensó que en pocos días regresaría a casa, pero al final no fue así”, comunicó Bob Gunnell portavoz de la familia Ali. “Con el paso de los días, las cosas se fueron complicando, pensábamos que lo inevitable ocurriría el jueves, pero no aguantó más y eso dio tiempo a que toda la familia se despidiera de él. Antes de marcharse hubo una pequeña ceremonia familiar y después se fue tranquilamente, sin sufrir, en paz”, a las 21:10 horas del viernes.
Gunnel fue claro: “no fue un boxeador más, sino el que cambió al mundo. No habrá otro como él, no habrá personaje tan influyente en el mundo del deporte”, resaltó.