TIJUANA.— Diego de la Torre y Luis Pérez no lo podían creer. Estallaron en cólera en cuanto escucharon el silbatazo del árbitro Jorge Pérez, pese a que Wilberto Cosme se aprestaba para recibir la pelota y enfilarse hacia el marco custodiado por Cirilo Saucedo.
Ya se habían cumplido los 60 segundos de “propina” que el silbante regaló en la primera mitad, mas los experimentados volantes del Querétaro sabían que se trataba de la mejor opción creada sobre el sintético, e incómodo, terreno del estadio Caliente.
Sus temores fueron confirmados al 76’, cuando Fidel Martínez se encontró con aquel balón y firmó la anotación que representó la victoria del Tijuana (1-0).
Eso explicó la frustración de ambos. Sentimiento también experimentado por Ignacio Ambriz, quien pagó el primero de los dos partidos de suspensión que recibió tras ser expulsado contra los Tigres, el viernes de la semana anterior.
Nuevo revés de un equipo que se ha derrumbado futbolísticamente en las más recientes tres semanas. Los Gallos Blancos se mantendrán en zona de fase final, sin importar lo que suceda en el resto de la jornada 13, pero con alfileres.
El rédito del fantástico desempeño que tuvieron durante la segunda quincena de agosto y la primera de septiembre (cuatro victorias en fila) todavía les basta. El problema es que los propios Xolitzcuintles, el Puebla, los Tigres y hasta el Veracruz, ya sueñan con alcanzarles.
Así como sacaron provecho al impulso que da una buena racha, hoy sufren las consecuencias de sumar tres partidos sin ganar (un empate y dos derrotas).
Triste velada para Ambriz y sus hombres en el sitio donde nace la patria. Esteban Paredes y Cosme carecieron de la picardía que convirtió al Querétaro en una de las gratas sorpresas en el Apertura 2013. El ingreso de Isaac Romo, a cinco minutos del final, sirvió de poco.
Al igual que los lances de Édgar Hernández, cuyas atajadas sólo prolongaron la agonía de un conjunto que fue sometido desde el primer segundo. La velocidad del Neymar Ecuatoriano, respaldado por esos guerreros llamados Fernando Arce y Cristian Pellerano, abrieron la puerta del éxito a los fronterizos, quienes sumaban cuatro partidos sin llevarse todo el botín.
La anemia concluyó después de 376 minutos. Martínez también fue el autor del más reciente gol rojinegro. Se lo hizo al Guadalajara, el 15 de septiembre.
Bálsamo para Jorge Almirón, quien resopló mientras los aficionados coreaban a un chico que heredó la responsabilidad en el Tijuana, después de las salidas de Duvier Riascos y Alfredo Moreno.
La jauría ya no es tan brava, pero aún intimida. Por eso, De la Torre y Pérez recriminaron al árbitro. Sabían que el juego se les escapaba.