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A sus 25 años, Julio Nava es otro futbolista mexicano que ha sido inhabilitado por dopaje. El veredicto de la Comisión Disciplinaria lo ha conocido al fin: suspensión de ocho meses en sus actividades deportivas por infringir el artículo 6 del Reglamento Antidopaje de la FIFA.

De tal suerte, el oriundo de Martínez de la Torre, Veracruz, Julio César Nava García, tendrá que aguardar hasta el próximo 27 de agosto para volver a las canchas. El muchacho ya estaba inactivo en su club, Jaguares de Chiapas, desde el pasado 27 de diciembre de 2014, por arrojar positivo de la sustancia betametasona, que está en la lista de sustancias prohibidas por la Agencia Mundial Antidopaje.

A pesar de todo, el castigo de ocho meses que completará Nava a fines de agosto ha sido catalogado como ‘benigno’ por el director técnico de los chiapanecos, Sergio Bueno, debido a que estaba entre los parámetros una sanción de dos a cuatro años.

“Dentro de los males, el menor”, explica el estratega, vía telefónica a EL UNIVERSAL. “Se podría especular que fuera mayor, de dos a cuatro años, porque así está tipificada”, comparte. “Pero seguramente consideraron atenuantes y no es tan pesada”.

A decir de Sergio Bueno, nunca existió dolo de parte del jugador ni del cuerpo médico. La ingesta del medicamento obedeció a un error de omisión, explica el entrenador de Jaguares.

“Es un evento que estábamos esperando con ansia, semanas atrás, que la Disciplinaria nos informara con relación a la probable suspensión de nuestro jugador Julio Nava, que han hecho oficial, donde hicieron saber al club que el muchacho está suspendido ocho meses, transcurridos dos meses y fracción”, precisa Bueno.

“Es una noticia fuerte, teníamos tiempo esperándola y esperando conocer los alcances. Recibirla genera ese desánimo o desazón en el jugador, y en nosotros como entrenadores o como club, al saber que no vamos a poder contar con él sino hasta agosto”, añade Sergio. “Conocedores de determinada resolución, no nos queda más que apoyar, respaldar y solidarizarnos con el jugador, hacerle sentir que estamos con él, esperando ese tiempo para que se incorpore con nosotros”.

Además de la sanción aplicada al muchacho —canterano de Chivas—, se ha abierto, de parte de la Disciplinaria, un procedimiento en contra de los doctores Juan Manuel Mejía —como jefe del área— y Ariel Rojas, quien terminó por suministrar la sustancia. Lo anterior, por una probable infracción a las normas antidopaje, a fin de determinar el grado de responsabilidad que tuvieron en el caso.

De hecho, Bueno responsabiliza ampliamente al área médica del incidente, aunque el mayor castigo se lo lleva el deportista. “Lo del médico está presente, pero la autoridad internacional no lo contempla así”, explica el estratega. “Señala al deportista de que es el responsable de saber qué es lo que el médico le suministra o ingiere por voluntad propia. La sanción siempre tendrá alcances sobre el deportista, sin que esto implique que no pueden ser sancionados los doctores, lo cual vendrá más adelante”, añade.

Sergio precisa que el doctor Mejía no atendió directamente al futbolista, pero es el responsable del área médica y como tal continúa sus labores con toda normalidad, según precisa Bueno.

“El doctor sigue trabajando con toda normalidad, porque tampoco fue un evento donde hayan querido sorprender a alguien. Hubo omisión y error en cuanto a procedimientos para informar de medicamentos, producto de una lesión. Al no hacerlo quedaron vulnerables ante la reglamentación de Comité de Evaluación de Dopaje”, redondea el técnico jaguar.

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