Amodorrados, insolados y mareados de tanto lúpulo y cebada, los seguidores universitarios parecen pasmados de la molesta —pero efectiva— estrategia de Memo Vázquez.
Por eso no cantan, se guardan las goyas y, para colmo, ya ni siquiera lanzan aguas condimentadas a la tribuna baja, procedentes del pebetero rebelde.
Hasta que en pleno espejismo de hartazgo y reproches, Jorge Hernández corta el centro de Sosa, con tan mala suerte, que la deja muerta en los pies de Josecarlos van Rankin. El regalo es de gol. Pumas, paciente, redescubre la fórmula del triunfo por cuarto juego en fila. Y de contemplar, a futuro, el riesgo del descenso, hoy está a nada de la Liguilla.
La víctima ahora es la Universidad de Guadalajara, privada del cabalístico uniforme negro de éxitos pasados, porque es el que coincidentemente elige el estratega de Pumas. Primero y certero golpe del estratega auriazul, efectivo verdugo de los equipos involucrados en las profundidades porcentuales.
De los cuatro recientes logros capitalinos, tres han sido frente al inclemente sol del estadio Olímpico Universitario, los tres metidos entre los penosos malabares del descenso. Monarcas, Puebla y Leones Negros han salido boquiabiertos, agobiados, lengua de fuera, del imponente inmueble de CU.
La clave es aguardar el momento justo para dar el zarpazo. No importa lo demás. Los Leones, sin el suspendido goleador Fidel Martínez, fallan una clarísima, al minuto 10. El cañonazo de Jonathan Gonzales es rechazado por el ‘Pollo’ Saldívar. El rebote le queda a Jesús Vázquez, quien de cabeza flota su remate encima del horizontal.
Dante López, cansado y sin futbol, se resiente de una lesión. La baja coincide con la reacción felina. El afortunado gol de Van Rankin golpea el ánimo de la UdeG y la fórmula ‘Hachita’ Ludueña-Matías Britos, procedente de la banca auriazul, liquida al oponente en tiempo de compensación.
“El equipo se paró bien, fue inteligente. El mérito de ser pacientes”, pondera Memo Vázquez, mientras araña las posibilidades de clasificación.
La UdeG aparece ligeramente encima del Puebla —su rival en turno—, en la tabla de cocientes. “Pelearemos hasta el final, a ver hasta dónde nos alcanza”, remata Marc Crosas.