Después de 18 años al frente de las selecciones nacionales de la rama femenil, Leonardo Cuéllar dejó el puesto no sin antes mandar un mensaje claro y contundente: “Me siento triste, rabioso y confundido de alguna manera, pero también me siento más ligero, porque siento como si un elefante, rinoceronte, hipopótamo, dinosaurio se hubieran quitado de mis hombros. Ahora ya no va a estar Leo para ser el culpable de todo. Que cada quien tome la responsabilidad que le corresponda. Las jugadoras, los cuerpos técnicos. Hay que hablar con hechos”.
La separación estaba más que anunciada. Desde que Cuéllar no pudo trascender en la Copa del Mundo de 2015 celebrada en Canadá y no logró calificar a los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, su puesto colgaba de un hilo. A esto se le agregó sus diferencias con distintas jugadoras, la más sonada con Charlyn Corral, que hizo que el ambiente alrededor de los equipos femeniles se enrareciera.
“Ha sido año y medio complicado en tema cancha, de resultados. Tuvimos un Premundial difícil, casi nos vamos a repechaje, después compusimos un poco con el oro en Centroamericanos (Veracruz 2014). Siempre ha sido difícil volver a empezar, porque no hay continuidad en la participación de nuestras jugadoras, tampoco hay escenarios donde pueden ser evaluadas en su progreso, no fue fácil. Cuando se dan los resultados hay un contagio de energía, pero cuando no, todo se complica. Le hemos echado ganas y ahora viene una nueva corriente, viene una nueva energía. Me voy, sólo deseo lo mejor, seré positivo, creo que habrá un proyecto a largo plazo, porque armar una liga sin nada abajo es complicado”.
En su despedida estuvo presente su hijo Christopher, así como ex jugadores a las que dirigió.
Cantú. Cuéllar seguirá ligado a la FMF por un par de meses, con el objetivo de organizar un proyecto y abrirle paso a su posible revelo, del cual aún no hay nombre.
“Trataremos de sentar las bases para un desarrollo como no se ha tenido”, comentó Guillermo Cantú, secretario general de la FMF, quien estuvo en el adiós de Leo. “Te damos las gracias por todos estos años de lucha intensa, por armar un programa con las niñas, jóvenes y mujeres para tener representativos nacionales. Creo que ahora viene el punto para ordenar las cosas. Esta separación es dolorosa, pero reitero, estamos agradecidos por todos estos años en que haz colaborado al crecimiento del futbol femenil”.
Por el momento, la cabeza de la selección femenil quedará acéfala, no hay nombres en puerta para que vengan a tomar el cargo.
“¿Quién puede llegar ahorita? pues no tenemos algo en puerta”, se sinceró Cantú. “Tenemos una estructura formada con Mónica Vergara en la Sub-15, Christhoper en la Sub17 y Roberto Medina en la Sub-20, en ese sentido vamos caminando. La idea es crecer, ayudar a la estructura del futbol femenil. Hay una diferencia muy grande entre el desarrollo del varonil y el femenil. Por eso Leo nos acompañará como asesor unos meses, para que su experiencia nos ayude”.
La salida de Cuéllar, era necesaria, “el ‘dinosaurio’ que viene cargando influye. Si hubiera sido otra razón, indisciplina muy grave, lo habríamos hecho en ese momento. Es momento de darle un giro y buscar la manera de armar una estructura femenina desde las niñas“.
Cuéllar se fue: “En el 98 Enrique Borja me entregó una niña de kínder, a la que ahora entrego en preparatoria, llegando de panzazo, pero ahí está, encaminada. Quienes me criticaron en su conciencia queda. Me voy tranquilo, me voy en paz”, finalizó el ahora ex mandamás de los equipos femeniles.