Si una palabra puede definir a Octavio García El Payo es constancia, pues tarde a tarde muestra que está en un buen momento de su carrera y lo demostró en la novena corrida del Serial Taurino de la Feria Nacional de San Marcos, ante un lleno en la Monumental de Aguascalientes.
El fin de semana, el diestro queretano se presentó en Aguascalientes, donde cortó dos orejas y salió por la puerta grande, junto con Julián López Juli, y alternó también con Eulalio López Zotoluco, con toros de la ganadería de Montecristo.
El Payo tuvo una tarde de altos vuelos, con una faena de mucha dimensión y clase, y así lo dejó de manifiesto con el primero de su lote, toro que por su bravura, nobleza, y calidad mereció una vuelta al ruedo tras ser estoqueado por el torero que se llevó las dos orejas.
Julián López El Juli, también tuvo una tarde rotunda con su primero, un toro de calidad que aprovechó de principio a fin, con mucha cadencia en el saludo capotero por verónicas, destacando en el vistoso quite que ejecutó por zapopinas.
La faena de muleta estuvo plagada de pasajes de mucho interés y gran valía. En la suerte suprema fue certero, por lo que el toro dobló de inmediato llevándose dos orejas de peso y cortadas a ley.
En tanto, pese a no cortar orejas, Zotoluco tuvo una gran tarde. Con el segundo de su lote-primer reserva firmó una faena en sitio y de maestro a un toro con calidad.
El primero de su lote fue un ejemplar complicado siendo en el primer tercio cuando el toro lo arrolló. A pesar del percance, el torero de Azcapotzalco continuó su actuación, prácticamente lo hizo todo, sin escatimar en esfuerzos y en voluntad. Con cabeza fría supo esperar, para ligar muletazos de mucho poderío, incluso cuando el toro buscó las tablas para ya no tener nada que ofrecer, con la espada falló, pero escuchó sonora y digna ovación como premio a su gran entrega.
Con el segundo de su lote, el diestro toreó por nota, dando el tiempo y la distancia precisa logró ligar con mucha clase los muletazos con series acompasadas por ambos pitones; con la espada falló y, con ello, perdió la posibilidad de cortar las orejas que ya tenía en la espuerta, recogió en el tercio la ovación de los miles de aficionados que se volcaron a su toreo.
Al concluir su actuación, el diestro acudió a la enfermería, donde fue valorado por el cuerpo médico quie determinó su traslado al hospital, donde se le diagnosticó fractura de la séptima y octava costilla del costado izquierdo.