Chicago.— México llega a su primera sede para disputar la Copa de Oro con un solo pensamiento en la cabeza: Cuba.
Después de un entrenamiento ligero en Houston, el Tri voló a la ‘Ciudad de los Vientos’ para concentrarse en ganar el torneo de la Concacaf.
“El torneo comenzó desde que Santiago [Baños] recibió a los seleccionados. Ahora estamos bien, tranquilos, pensando, eso sí en lo que nos viene, el juego ante Cuba”, comentó Miguel Herrera, el técnico nacional mexicano.
El ‘Piojo’ llega a Chicago sin haber definido quiénes formarán la pareja en el ataque.
“Hasta el ‘Tecatito’ [Corona] puede jugar. Ahí está Gio [dos Santos], [Javier] Orozco. Nadie está seguro; hay días para decidir esto”.
Este lunes, el Tri entrenará en los campos de la UIC, y Herrera ensayará lo más que pueda para llegar con el equipo bien aceitado.
Pocos aficionados recibieron a la Selección a su arribo a esta ciudad.
La gente que organiza la Copa de Oro conoce muy bien su negocio y sabe bien que su principal mercado es la comunidad latina.
Por ello, a las selecciones de Norte, Centroamérica y del Caribe que forman la Concacaf las hacen jugar en los lugares donde más presencia de su gente existe.
México tenía que estar en Chicago. Según estadísticas de la Secretaría de Gobernación, esta ciudad es la segunda con más “paisanos” en suelo estadounidense. La primera es Los Ángeles, que tiene 1.7 millones de habitantes mexicanos, y le sigue la capital de Illinois, con 684 mil.
No es aventurado decir que esto propiciará que el Soldier Field, sede del encuentro ante Cuba, estará lleno y la mayoría apoyará al Tricolor.