La Vuelta Ciclista a España cambiará su sistema de entrega de premios y las azafatas ya no besarán al ganador de cada etapa ni al líder de la carrera. Esta medida intenta combatir la cosificación de la mujer en el deporte.
La carrera española, una de las tres grandes junto al Tour de Francia y el Giro de Italia, estrena el sistema el 19 de agosto. Sigue el ejemplo del Tour Down Under de Australia, que este año sustituyó a las bellas por ciclistas aficionados en la entrega de premios.
En Australia este sistema se amplió a las carreras de motociclismo y automóviles. En España lo han seguido carreras ciclistas de Mallorca, Valencia y Cataluña.
Unipublic, la empresa organizadora de la Vuelta, confirmó que las azafatas seguirán, pero con connotaciones menos sexistas: “Son profesionales y no vamos a quitarles sus puestos de trabajo porque hacen una labor magnífica”.
Se estudia que azafatos masculinos acompañen a las mujeres en el podio. Ya se confirmó que los premios los entregará la nueva figura del “embajador” de la Vuelta, que será el ex ciclista español Óscar Pereiro. Él abrochará los maillots de los líderes de las respectivas clasificaciones.
La organización admitió que la presión social le obligó a revisar el papel de las mujeres en las labores de representación: “Somos sensibles al debate social y mediático que se generó en los últimos meses sobre la presencia de las azafatas en los podios. No podemos dar la espalda a estas inquietudes y por eso incorporaremos algunas novedades en la próxima Vuelta” asegura Javier Guillén, director de Unipublic.
Ciclistas como el español Mikel Landa habían defendido la necesidad de impulsar estos cambios para reducir el sexismo en el deporte.
Lo siguiente que las administraciones españolas quieren eliminar son las paragüeras junto a los pilotos. El gobierno de Andalucía quiere obligar por ley a que cualquier evento disputado en la región evite expresiones sexistas, y se debate la obligatoriedad de combinar a chicos y chicas como paragüeros en las pruebas de motor.