Su mirada adquiere un fulgor especial cuando EL UNIVERSAL le informa el dato. Otro minuto más de confianza, por parte de Miguel Herrera, bastará a Francisco Javier Rodríguez para ser el duodécimo jugador que alcanza las 100 presentaciones con la Selección Mexicana. Cumplirá la mágica cifra, contra Chile, esta noche.

Eso explica la felicidad que irradia al enterarse. Se trata del orgullo por una carrera tan cuestionada como exitosa. Tres veces mundialista, único campeón de Liga con el Guadalajara y el América, además de jugar en el futbol europeo durante cuatro años y medio, El Maza comparte que las interminables críticas otorgan mayor sabor a cada logro. Éste no es la excepción.

“Gracias a Dios, el esfuerzo y buen trabajo siempre se ven recompensados. Realmente, no sabía la estadística, hasta que me la comentaste, y me deja totalmente orgulloso”, presume el defensa central, en entrevista exclusiva con El Gran Diario de México. “Durante 10 u 11 años que llevo de carrera profesional, ya llegué al partido 100 con la Selección”.

Y el adversario será el mismo de la primera vez. Ironías del futbol, Ricardo Antonio La Volpe lo debutó contra los andinos, el 18 de febrero de 2004, en el Home Depot Center de Carson, California. Jugó los 90 minutos.

Pocas semanas antes, el sinaloense había destacado en aquel Tri que clasificó a los Juegos Olímpicos de Atenas 2004, por lo que El Bigotón le llevó al representativo absoluto.

“Recuerdo cuando estuve en la era La Volpe, en el preolímpico. Ahí fue donde me dieron la oportunidad, tras ser campeones, de pertenecer a la Selección Mayor”, comparte. “(Mi debut) fue contra Chile. Lo más bonito que ha pasado en mi carrera futbolística”.

La confirmación de que tiene la calidad para vestir la verde, por más que los cuestionamientos nunca se hayan ido.

A casi 12 años de su presentación en el máximo circuito, con las Chivas, Rodríguez todavía es presa del escarnio popular en redes sociales. Villano favorito de millones, etiqueta que le pone la sangre a punto de ebullición, aunque sentencia que ya controla a sus demonios internos.

“No quisiera hablar de eso. Soy una figura pública y a mucha gente le ha de gustar como juego, a muchas otras personas no”, atina a expresar. “En las redes sociales se dicen muchas cosas que, tal vez de frente, no te comentan, pero es parte de todo. He aprendido, madurado, en todos los aspectos.

“Por ahí, a veces pierdo la cabeza, pero es parte de todo eso. No soy robot, sino un ser humano y me equivoco, como cualquier otra persona. Debo seguir mejorando en todos los aspectos y sólo escuchar eso”.

A final de cuentas, ha logrado lo que se propuso, sin importar que el escepticismo jamás dejó de acompañarle.

Satisfecho, subraya que “algo bueno debo tener, pero mucha gente no me quiere dar el crédito. Hay que seguir tranquilos, que —por ahí— sigan ladrando y nosotros a continuar trabajando arduamente.

“Mi currículum ahí seguirá y, en un futuro, les podré contar a mis hijos, aunque ellos ya lo están viendo, de qué es capaz su padre”, complementa. “Eso me llena de orgullo y no lo hago para callar bocas. Simplemente, para satisfacción personal, de mis hijos, mi familia, mis padres, quienes siempre me apoyaron para… Sin ellos no habría estado acá. Es importantísimo para mí seguir trabajando y mejorando en todos los aspectos”.

Auténtica ave de las tempestades que ya ve cerca el final de la odisea, para la que es clave “siempre ser constante. En las buenas no creerte el mejor, ni en las malas el peor. Eso me ha sacado adelante… Mi carácter, que es a lo que le atribuyo los triunfos que he logrado durante toda mi carrera y hoy, en la madurez que me encuentro, debo seguir mejorando”, concluye.

Google News

TEMAS RELACIONADOS