Hace tres años, Honduras hizo gritar a México de dolor, al mandarlo al repechaje mundialista. La derrota en el Azteca no sólo acabó con la era de José Manuel de la Torre, sino que además puso al Tri con un pie fuera de la Copa del Mundo.
Hoy, exactamente a tres años de distancia, el Tri puede devolverle el golpe a los catrachos y echarlos del Mundial de Rusia.
Mas pase lo que pase, ese día del “Aztecazo II”, ha quedado como uno de los más gloriosos del futbol hondureño.
“Fue uno de los días más felices de nuestra historia”, menciona el volante Roger Espinoza en declaraciones al Diario Diez de Honduras, al recordar cuando se derrotó 1-2 al equipo mexicano.
“Llegamos con la confianza de conseguir el resultado que nos metía el Mundial, no nos importó la historia, ni que se jugara en el Azteca, la casa de México”, afirma.
El Tri venía en caída libre. Cinco empates de forma consecutiva tenían al equipo en la “tablita”.
El partido. México comenzó siendo el mandón en su cancha.
A los 8 minutos, Giovani desfondó la defensa catracha y le puso el balón servido a Oribe Peralta para que abriera el marcador.
“No nos desesperamos. Nos sorprendieron, pero fuimos componiendo. Al medio tiempo, el profesor [Luis Fernando] Suárez nos dijo que el dominio era nuestro”, recuerda Espinoza.
Así fue. Con el transcurrir de los minutos, el Tri fue perdiendo gas. Poco a poco, Honduras ganó metros en el campo y comenzó a tocar la puerta de la cabaña defendida por el portero José de Jesús Corona.
Y sucedió. Al minuto 63, Corona rechazó un disparo de Wilson Palacios, para que Jerry Bengston igualara. Tres minutos después (66’), Diego Reyes se dejó rebasar por Carlo Costly, quien cruzó a Corona para dar la vuelta.
Chepo de la Torre intentó reaccionar mandando a Javier Hernández al campo, pero el “Chicharito” traía la mira desviada.
“Fue algo inolvidable”, dice Espinoza, quien espera que de nueva cuenta, Honduras haga llorar a México, y el Tri, tratando, por su parte, de cobrarse aquella dolorosa afrenta.