Ya no hay palabras para describir el pésimo torneo que han hecho los Gallos Blancos, últimos de la tabla general, con tan sólo cuatro puntos y sotaneros de la tabla de cocientes, a tres unidades de distancia de los Rojinegros del Atlas.
Es tal la situación que, para Adrián García Arias, defensa central del club, no se tienen argumentos para defenderse ante el mal torneo que se ha hecho, y pesa que cataloguen a Gallos Blancos como “el peor equipo de la historia”.
“Soy el capitán del equipo más malo de la historia. Las críticas son bien aceptadas y yo no tengo problema. Con un torneo tan malo, no se tienen argumentos para defenderse, porque esto ha sido una malaria; no hemos jugado mal, pero por alguna razón, no hemos podido ganar partidos”, admite el futbolista.
Asegura que ni ganando el último partido del torneo, cuando visiten al Puebla, se podrá mejorar el camino que se ha hecho hasta estos momentos, por lo que Atlas y Gallos deben estar agradecidos con el Creador.
“Así ganemos el domingo, se ha hecho un torneo pésimo; es la realidad. La única ayuda que estamos recibiendo es de Dios, porque Atlas no ha sumado de tres puntos; y que ellos le den gracias a Dios, que nosotros no hemos podido despertar”, confesó García Arias, quien sabe que su equipo merece estar en el último lugar general y porcentual.
Considera que uno de los principales problemas por el cual los queretanos atraviesan esta crisis, es que cada seis meses se hagan demasiados cambios en la plantilla, dado que llegan de 15 a 20 jugadores nuevos por torneo.
“No puedo hacer un análisis, tienen mucho que ver los jugadores, porque nosotros somos los actores principales y tenemos que enfocarnos en dar resultados positivos. La continuidad es fundamental en cualquier equipo y no se pueden estar cambiando 15 o 20 jugadores por torneo.
“Todo se tiene que manejar con una continuidad, han habido cambios en todas las áreas y no solamente en este torneo. A mí me da risa, pero se extraña a todos los que ya se fueron, pero no se puede extrañar a nadie”, señala.
Pese a que se vislumbran demasiados cambios de cara al Clausura 2013, el zaguero central confía en permanecer en la institución queretana, dado que aún le restan seis meses más de contrato.