Los Águilas de Mexicali mantienen paso de campeones al ser el primer conjunto instalado en las semifinales de la Liga Mexicana del Pacífico tras barrer a los Charros de Jalisco en serie al mejor de siete juegos.
Gran parte del éxito de la novena cachanilla recae en su manager, Édgar González, quien está en su primera experiencia como timonel y busca repetir la hazaña que el año pasado consiguió Benjamín Gil, al llevar a los Tomateros de Culiacán al título, en su primera temporada como piloto.
La forma en la que dirige Édgar no es usual dentro de la Liga del Pacífico, algo que reconocen jugadores y su hermano Adrián, primera base de los Dodgers.
“Él tiene una enorme pasión por el beisbol y la forma en la que ahora lo expresa es desde el dugout con un estilo que no es muy utilizado en México. Édgar es cero pasivo. Él no espera el cuadrangular, no se sienta a ver el juego y a esperar que gane el equipo con su talento. Édgar no le tiene miedo hacer cuanto movimiento crea que es conveniente y eso lo aprendió en toda la experiencia que tuvo como jugador”, calificó Adrián sobre la forma de dirigir de su hermano menor, quien militó en Grandes Ligas.
Los Águilas durante la temporada tuvieon 68 robos de base, una muestra de la forma en la que a Édgar le gusta atacar.
“A mí me gusta ir por la victoria, no esperar que me llegue o que algún pelotero lo resuelva. No es algo que sólo aprendí en el beisbol asiático, es un beisbol que a mí me ha gustado desde que lo empecé a jugar, porque me gusta que todo el equipo participe”, comentó Édgar, quien desde la primera fase de la campaña de Liga del Pacífico aseguro su puesto en postemporada y jugando en casa.
En la segunda mitad de la campaña, una combinación de resultados permitió al equipo fronterizo terminar como súper líder.
Con el correr de los juegos, González se dio cuenta que lo más difícil no es establecer la estrategia, si no lidiar con el carácter de cada uno de sus jugadores,
“Lo más chistoso es que cuando empezaba mi carrera y soñaba con ser manager, pensaba que lo más difícil era la estrategia y apunté todo cuando terminé con Chicago. Ya cuando llegué aquí [Mexicali] supe que lo más difícil es lidiar con diferentes tipos de personalidades y sacar lo mejor de cada jugador. Y cuando esté al frente de México, será más difícil, porque trabajaré con jugadores que están en el nivel más alto del mundo, en Grandes Ligas. Lo bueno es que yo ya estuve ahí, aunque también me tengo que ganar el respeto de todos. Tengo que transmitirles que lo único que yo quiero es lo mejor para el país”, sentenció González, coach de México en el pre Clásico Mundial.