Guadalajara.— Entonces llegó una niña. Su hija. Y con una frase le sacudió el mundo: “Mis compañeros dicen cosas muy feas de ti”. Un golpe de realidad en el hogar. Otro ocurrió en el trabajo. El técnico Matías Almeyda le dio un consejo duro, pero certero: “No por estar grande te abandones”. Así, Carlos Salcido abrió los ojos.
El tres veces mundialista mexicano comprendió que el momento que atravesaba no era bueno. Relegado a la Copa MX. Con errores graves cuando recibía la oportunidad de jugar en Liga. Reaccionó. Hoy está de regreso. El de Ocotlán, Jalisco, es de nuevo titular con Chivas.
“Solamente hubo un comentario que me dolió, se los voy a compartir. Llegó mi hija de la escuela y me dijo: ‘Papá, están hablando muy feo de ti’... sus compañeros, tiene nueve años, imagínate. Siempre he dicho que a mí cuando alguien me critica es cuando más atención pongo, cuando más leo; los halagos no me los creo, las críticas sí, porque me ponen en un parámetro”, explica.
“Pero de repente, cuando llega tu hija y te dice eso es cuando ves que está trascendiendo y a veces es difícil. Me dolió bastante, es la realidad, pero gracias a Dios hemos tratado de llevar la fiesta en paz. Son niños, todo lo que la gente ha hablado que los penaltis [cometidos] y que esto o aquello... y los niños son así. Yo recojo a mis hijos de la escuela y te identifican. Ahora que ganamos todos los niños piden firmas y fotos, pero después no se te acercan, mandan mensajes con mis hijos, es complicado, pero también es parte del show”, añade Salcido.
El veterano de 36 años de edad deja ver su lado humano, ese que pocas veces puede apreciarse en un futbolista. No se trata de máquinas. Más allá de los triunfos o las derrotas, hay sentimientos en cada uno de ellos. Así, el también campeón olímpico en Londres 2012 revela el otro momento clave para su despertar futbolístico: el consejo de Matías Almeyda.
“Lo importante es darte cuenta y autocriticarte, preguntarte qué haces bien o qué haces mal para tratar de mejorar. Matías nos dice una cosa, sobre todo a los más grandes: que no nos abandonemos, que estamos grandes y nos ve como que nos estamos abandonando. Puede ser cosa cierta, de repente es así. Él es una persona muy clara y en lo personal le agradezco mucho porque sus palabras sí llegan”, detalla.