Boston .— La NFL considera ‘probable’ que los Patriots de Nueva Inglaterra, campeones del Super Bowl XLIX, estuvieran al tanto del plan de dos empleados de equipo de desinflar los balones para favorecer al quarterback Tom Brady durante los Playoffs.

Brady, considerado uno de los mejores jugadores en la historia de la NFL, “conocía, al menos de modo general, las actividades inapropiadas” de los dos empleados del club, concluye la investigación de la Liga, misma que comenzó en enero y fue publicada ayer en un informe de 243 páginas elaborado por Ted Wells, un investigador contratado por la Liga.

La NFL abrió la investigación al conocerse que los Patriots desinflaron 11 de las 13 pelotas empleadas en el partido que ganaron por 45-7 a los Colts de Indianapolis el 18 de enero y que les dio el pase al Super Bowl, en el que se impusieron a Seahawks de Seattle.

El escándalo, conocido en los medios estadounidenses como ‘Deflategate’, levantó peticiones de que los Patriots fueran excluidos del juego por el campeonato de la NFL.

“Por las razones descritas en este informe y después de una exhaustiva investigación, hemos concluido que, en conexión con el partido por el título de la AFC, es más probable que el personal de los Patriots participara en las violaciones a las reglas del juego y que estuvieran involucrados en la evasión directa de las mismas”, establece el informe. “En particular, concluimos que es más probable que Jim McNally [el oficial asistente para el vestidor de los Patriots] y que John Jastremski [asistente de equipamiento de los Patriots] hayan participado en una acción deliberada para sacarle el aire a los balones de los Patriots, luego de que fueran revisados por el árbitro principal.

“Basados en la evidencia, también podemos decir que es más probable que Tom Brady [el quarterback del equipo] estuviera, al menos, al tanto de las actividades inapropiadas de McNally y Jastremski”.

El informe cita evidencia de que McNally introdujo los balones a un baño adyacente al campo de juego del Gillette Stadium y estuvo allí por al menos 100 segundos, “una cantidad de tiempo suficiente para desinflar 13 balones al emplear una aguja”.

Otra de las evidencias incluye la incapacidad del réferi Walt Anderson de ubicar los balones previamente aprobados al inicio del partido, la primera que le pasó en 19 años.

Una prueba más son los mensajes de texto que se enviaron entre McNally y Jastremski, en octubre y enero, en los que insinúan que Brady quiere los balones por debajo de las 12.5 libras por pulgada cuadrada de presión. También aseguran que Brady estuvo molesto en ocasiones anteriores por la calidad de los balones de juego.

En mensajes de teléfono celular entre Jastremski y McNally, del 17 de octubre de 2014, tras un partido frente a los Jets de Nueva York, delatan el enojo de Brady por alterar los balones.

“McNally: Tom [Brady] apesta... El próximo balón lo convertiré en un maldito globo...

“Jastremski: Sí me comentó... pero le dije que estabas estresado por hacer todo para tener los balones listos... Chequé algunos de los balones esta mañana... Los árbitros nos jod...on, algunos estaban a casi 16. No los volvieron a revisar después de que los usaron en el partido”.

Para el 7 de enero de 2015, un día después del duelo ante los Colts, McNally escribió que desinfló los balones a cambio de zapatos y balones autografiados por Brady.

“Jastremski: ¿Nuestro número de la suerte es el 11 [libras]?

“McNally: 11 u 11.5 muchacho”.

La NFL considera imponer una medida disciplinaria a Brady, McNally y Jastremski, según dijo una fuente relacionada con la investigación a la cadena de televisión ESPN. El castigo será “días de suspensión”.

Ted Wells indicó que Brady se negó a proveer sus correos electrónicos personales, mensajes de texto y su registro de llamadas telefónicas durante la pesquisa.

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