Phoenix.— Las piernas ya no responden igual, pero la sapiencia queda. La velocidad no es la misma, pero la colación se vuelve fundamental. No es lo mismo 20, que 30. No es lo mismo juventud que experiencia.
Eso hasta el mismo Rafael Márquez Álvarez lo sabe.
La actuación que dio el veterano capitán de la Selección ante Uruguay, sólo comprobó que como los buenos vinos, Márquez está en su mejor momento, pero él mismo está consciente del paso del tiempo, sabe que “esto no va a durar para siempre”.
Todos lo saben y a cada juego que inicia se sospecha si éste no puede ser el último del defensa central como líder de la zaga mexicana. Sus 37 años se notan en la cancha, pero la sabiduría con que se maneja se quisiera estirar el momento.
“Uno siempre intenta hacer lo mejor”, dice el surgido de la cantera atlista. “Quien me conoce, sabe que así como entreno, así juego. Cada partido el reto es ese, mejorar y además trato de cuidarme, ayudar, poner mi granito de arena”.
Rafa toma aire y medita por un segundo el final de su frase… “Esto no va a durar para siempre”.
Son 130 partidos oficiales los que tiene defendiendo la camiseta de la Selección. Son cuatro Copas del Mundo las que ha disputado. Son seis Copas América en las que ha participado. Son 15 goles los que ha festejado vestido de verde.
“Vamos paso a paso, no hemos ganado nada. Se le sacó el triunfo a un gran equipo, de mucha jerarquía, pero no más”, advierte. “Ahora lo que sigue es hacer lo mismo en el juego siguiente [ante Jamaica] y asegurar la calificación”.
Contra los uruguayos, Rafa fue impasable, tanto por arriba como a ras de césped y lo mejor de todo es que en los momentos de apremio, apareció como goleador. Anotó el gol que encaminó a la victoria.
“Sabe bien el gol, pero más la victoria”, menciona indiferente, pero se emociona cuando relata su anotación: “Cobramos un tiro de esquina corto, trato de abrirme para recibir el balón, Hirving [Lozano] me da el pase, pero se me va, Raúl [Jiménez] la toma, la toca hacia atrás y disparo… salió bien”.
Los goles del defensor con el Tri, son parecidos, “la verdad es que sí. Los muchachos dicen que se parece al que anoté en Sudáfrica [2010]. Lo mejor es que sirvió para ganar”.
La tarea de Márquez no queda ahí, aun cuando acaba el juego está al pendiente de todo. Resalta la labor de sus compañeros, de los consagrados y los novatos, quienes no se arrugaron ante el exceso de la Garra de los uruguayos.
“Comenzaron a sentir de qué se iba a tratar esto contra Paraguay y Chile. Sabían que este juego no iba a ser menos que los otros y lo enfrentaron con clase”.
Los elogios no dejan de llegar, pero Rafael Márquez, pone fin a la excesiva euforia, “estamos para ir paso a paso. No hay que confiarnos. Ante Jamaica debemos saber que no hemos ganado nada, tenemos que mejorar mucho. Los primeros 15 minutos del segundo tiempo contra Uruguay no deben repetirse, debemos ser más constantes durante todo el juego”, sentencia.
Palabra del capitán, del ‘Patrón’ de la Selección Nacional Mexicana, quien a sus 37 años está tan lejos y tan cerca de decir adiós.
Lo único seguro es que como los buenos vinos, mejora con el paso del tiempo.