Sin pretender disculpar los casos de dopaje anunciados por la Federación Mexicana de Futbol, relacionados con clembuterol, Miguel Herrera, técnico azulcrema, dedujo que podría ser un caso similar al de los seleccionados afectados por un lote de este fármaco, durante la Copa Oro 2011.
“Los mexicanos estamos acostumbrados a pararnos en cualquier esquina a comer tacos. Esa es parte de la comida esencial de nuestra vida cotidiana. ¿Quién no se para a tragar unos tacos en la noche, saliendo del cine, saliendo de bailar?, o simplemente vamos a cenar unos tacos y se acabó. Es parte de nuestra vida”, justificó.
“Primero vamos a ver de qué se trató la situación y yo creo que los casos que hay que darles seguimiento son los que reiteradamente dan positivo”, añadió, convencido de que el futbol nacional es limpio. “Para mí sí, no creo que haya. Es más, yo aquí los obligo a los jugadores que ni siquiera, cuando vayan al hospital, dejen que los mediquen, hasta que no esté el doctor ahí presente”.