La Federación Internacional de Futbol Asociado (FIFA) inició una investigación sobre los gritos neonazis de aficionados alemanes durante el partido de clasificación entre Alemania y República Checa, en Praga.
La Federación Alemana de Futbol (DFB) podría ser sancionada con una multa económica por parte de la FIFA y en el caso más grave, incluso con una prohición de jugar ante su público.
Según el organismo internacional, se analizarán varios incidentes. También la Federación Checa será investigada, ya que el equipo local es responsable de la seguridad de los espectadores.
Entre otras cosas, varias decenas de seguidores alemanes molestaron durante el minuto de silencio que se guardó por dos dirigentes futbolísticos checos, prendieron artificios pirotécnicos y lanzaron gritos nazis, tras el 2-1 con el que Alemania consiguió una victoria más en la eliminatoria hacia Rusia 2018.
“Ese comportamiento totalmente inaceptable vino de personas que no obtuvieron sus entradas de la DFB”, advirtió la federación, que insistió en que quiere “distanciarse con toda claridad de esos extremistas de derecha”.
Según información revelada por diaros como Focus o Bild, los 200 ultras que realizaron estos actos pertenecen a grupos de animación del Dynamo Dresden —de la Segunda División— y del FSV Zwickau —de la tercera categoría alemana—, y vieron el evento como una oportunidad perfecta para divulgar su propaganda nazi a 100 kilómetros de casa sin exponerse a un castigo de las autoridades alemanas.
“No son aficionados, son gentuza, hooligans, que hay que expulsar de los estadios”, comentó tras el partido en Praga el defensa, Mats Hummels, quien se mostró molesto luego de que estos personajes en la tribuna no respetaran el minuto de silencio que se realizó por la muerte de unos dirigentes del futbol checo.