Ammán, Jordania.— Viajaron hasta la tierra predilecta de religiones y fantásticas odiseas para ganarse un sitio en la inmortalidad del futbol mexicano, por lo que no hay espacio para la relajación.
Ya clasificada a los cuartos de final en la Copa del Mundo, la Selección Mexicana femenil Sub-17 enfrenta este día a España con el deseo de avanzar como líder del Grupo A. Un empate le basta para hacerlo, pero las chicas de Christopher Cuéllar han demostrado que lo suyo no es el recato... Ni siquiera en una tierra donde esa es la bandera adjudicada a la mujer.
“Sabemos que España es un rival fuerte, pero pido a las jugadoras que disfruten el partido”, dijo el estratega, al término de la goleada sobre Jordania (4-1). “Tenemos un concepto de juego propio, porque nos gusta proponer los partidos, jugar a nuestro estilo. Sí hay que preparar algunas cosas para diferentes rivales, lo cual iremos haciendo”, sin olvidar que su prioridad es desempeñar ese estilo que tantas alegrías les ha dado en el Medio Oriente.
Apenas es la segunda vez que el Tricolor avanza a la ronda de los ocho en el Mundial Infantil Femenil, mas nunca lo ha hecho desde lo más alto de su sector e invicto, aderezos que aumentan el hambre de un grupo sin temores.
Sí, igualar con la Furia Roja les dará ambos logros, pero todas saben que la historia del futbol mexicano está atiborrada de oscuros pasajes generados por la especulación, así es que no caminarán al borde de la cornisa.
“Ese es nuestro objetivo principal [ganar]. Vamos a salir con todo en el siguiente partido, a buscar los tres puntos”, advierte la capitana Alexia Delgado. “No nos conformaremos con un empate, queremos la victoria y ser líderes de grupo”.
Más allá de que el nivel del adversario en la primera ronda a eliminación directa no varíe mucho. El Tricolor tiene como principales opciones a Canadá y Alemania; Venezuela también es una posibilidad, pero si accede a cuartos de final significará que es de bastante cuidado.
Cuéllar se encuentra enfocado en el contrincante de este día sobre el campo del estadio Rey Abdullah II de la capital jordana, aunque ya visualiza lo que será el trascendental juego del miércoles.