Hoy, el América representa el perfecto rostro del éxito. Risueños, como niños, los cremas descubren total solidaridad, en un Nido donde se pondera el grupo y se relegan los intereses personales.

Semejante a rapaces, los jugadores se hacen bromas y ejecutan “castigos”, caiga quien caiga. Ejemplo de ello es la “ejecución” que sufre Christian Benítez en la práctica.

El Chucho, junto con otros compañeros como Diego Reyes, Jesús Molina o Efraín Juárez, se ubican sobre la línea de gol en espera del “fusilamiento” de sus compañeros, por haber perdido en la práctica matinal.

Uno a uno se producen los disparos, hasta que Daniel Montenegro atina. El impacto da sobre el tobillo derecho de Benítez, quien en su afán por saltar cae irremediablemente, para provocar carcajadas entre sus compañeros y algunos colados.

“Lo que menos tenemos es presión”, presume Adrián Aldrete. “No dejamos romper el grupo ni que se meta nadie”, añade convencido el carrilero izquierdo de las Águilas.

Tanta es la solidaridad que el argentino Rubens Sambueza renuncia al derecho concedido por Miguel Herrera a quienes se ausentan del cuadro titular por lesión, con tal de darle continuidad al conjunto enrachado.

“Estoy muy contento, hemos logrado la calificación, y si no hay que tocar al equipo, no hay que tocarlo. Todo para bien del grupo”, dice Sambu, quien deja la decisión final al Piojo Herrera, ahora que está plenamente recuperado de una lesión de rodilla.

“Sinceramente, todo depende del director técnico. Si me toca ir a la banca, no tengo problemas. Este es un grupo que está muy unido y si Miguel respeta esa jerarquía aprovecharé los minutos que me toque estar en el campo”, agrega resuelto, humilde, sin afán de protagonismo.

En medio de ese ambiente, Sambueza se entusiasma con el sueño azulcrema: “Ojalá podamos dejar una huella y algo a la institución. El compromiso es el título, pero falta un juego [contra Tigres] y luego pensaremos en la Liguilla. Hay que ir partido a partido y paso a paso”.

Respetuoso, no se fía del próximo rival: “Tigres tiene grandes jugadores, es fuerte y lo peor que podemos hacer es relajarnos”, advierte. “Lo tomaremos como un partido complicado y ojalá podamos ganarlo”.

Después de todo, las Águilas tienen armas para contrarrestar los afanes de reacción de los norteños: “Siento una mejora importante y eso es muy bueno para la Liguilla. Ofensivamente ha crecido mucho y defensivamente, el plantel lo veo muy firme”. Son las Águilas del Piojo, quien se suma, juguetón, a las bromas, cual niño afanado en ganar hasta en el boliche.

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