MONTERREY.— Molesto por la forma en que se quería manejar su transferencia a Chivas, mediante un intercambio por Omar Arellano, Ángel Reyna dejó ver el divorcio total que existe hacia la institución rojiblanca, a la que se negó a ir por no igualarle el salario que tenía con La Pandilla, pero, sobre todo, por la forma.

“Tengo un contrato con Rayados y debo respetarlo. Además, no me gusta que me traten como un costal de azúcar, vine aquí a cumplir un contrato de tres años y mi primera opción es cumplirlo”, compartió Reyna, quien está decidido a cumplir su estadía con los regios, con todo y que se quedó a trabajar con la filial del Monterrey en los campos del Cerrito.

“Se pueden dar cambios y no nos cerramos a nada, pero es cuestión de hablar primero antes de tomar alguna decisión ilógica o complicada. Hay que llegar a buenos acuerdos y que todo esté bien y tranquilo”, añadió el mediocampista, quien dejó ver que no existe divorcio con su cuerpo técnico, pese a quedarse en La Sultana del Norte y no ir con el grupo al Mundial de Clubes, en Japón.

“Me debo al Monterrey y lo primero que tengo en la cabeza es jugar con el equipo. Soy de Rayados y aparte estoy muy agradecido con la afición, que a pesar del poco tiempo que llevó acá, me ha apreciado y me lo ha demostrado. Me siento agradecido”, reconoció el futbolista.

Aclaró que “siempre he estado dispuesto a escuchar ofertas, pero en este momento me debo a Rayados”, dijo, sin cerrarse a otras opciones que se den a futuro.

Por otra parte, Ángel Reyna evitó hablar de disculpas hacia el cuerpo técnico que encabeza Víctor Manuel Vucetich, al asegurar que no ha cometido alguna ofensa hacia el estratega o sus integrantes, pese a los rumores que lo acusan como rebelde por haber desafiado al entrenador.

“Si estuviera involucrado en alguna ofensa sería el primero en ofrecer disculpas. Estoy tranquilo, porque no es el caso y tampoco puede ser que me pidan que hable de alguna disculpa, cuando nada debo”, remató.

Google News

TEMAS RELACIONADOS