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Antonio Mohamed está de buen humor. Se le nota tranquilo por el paso de su equipo, mas no satisfecho. Un título del futbol mexicano y cumplir hoy 100 partidos como entrenador en Primera División aún se le hace poco. “Quiero más”, avisa.
“Espero poder llegar a una cifra mucho más grande. Estoy feliz, por haberlo logrado estando en América, pero las estadísticas son para romperse y espero poder lograr cosas importantes en este club”, anhela el entrenador de las Águilas.
Han pasado 10 años desde que el argentino es técnico. En México, comenzó su carrera desde los banquillos con el Morelia en el Clausura 2014. Tuvo un paso discreto con seis triunfos, dos empates y cinco derrotas. Se fue a Jaguares de Chiapas un año después y no le fue bien. Terminó por asumir las riendas del Veracruz en el Apertura 2007 y Clausura 2008, pero dos triunfos en ocho partidos le fue insuficiente para prolongar su estancia en el puerto jarocho.
Parecía que nadie más creería en el como técnico. Pero Tijuana creyó en él. El Turco no defraudó y gestó una época dulce en la joven historia de los Xoloitzcuintles. En el Apertura 2012 le dio la primera estrella del máximo circuito al conjunto fronterizo, al que dejó tras el Clausura 2013, por asuntos personales como alegó.
Después de un paso fugaz por el club de sus amores, Huracán de Argentina, el América le ofreció la dirección técnica para sustituir a Miguel Herrera. Mohamed aceptó y de a poco ha ido alejando las comparaciones con El Piojo.
Con cuatro triunfos en cinco partidos con las Águilas, cuando El Turco hace una pausa para analizar su evolución como estratega. Hoy se siente invulnerable ante cualquier comentario del entorno.
“Vas madurando y todo los días hay que seguir aprendiendo; no por estar en un club importante y las cosas van bien o porque fuiste campeón hace un año significa que eres el mejor, porque cuando pierdes tampoco eres el peor. Ni las críticas ni los elogios me cambian el objetivo que tengo ni mi manera de ser”, expone.
El destino le hizo cumplir a El Tony su centenario ante uno de los entrenadores que más han marcado su vida como profesional del futbol. Esta tarde en el Estadio Azteca se medirá en el duelo de estrategias a Enrique Meza, técnico del Pachuca.
Mohamed quisiera alcanzar, algún día, el palmarés de El Ojitos, a quien considera como “la persona más noble en el futbol mexicano”.
“Seguramente, sí [es quien más me ha aportado]. Todo lo que él logró y todo lo que ha hecho en el futbol, ojalá que lo pueda hacer yo también”, desea.
Antes de enfrentar a su maestro, el timonel americanista desmenuza las virtudes de Meza, a quien venció en la final en la que se coronó con los Xolos. “De Enrique puedo decir que con Toluca jugaba con línea de cuatro, ahora en Pachuca lo hace con línea de cinco, es un poco variable lo que utiliza. Es un técnico que se adapta muy bien a los futbolistas que tiene”, dice.
Y previo a cumplir su centenario, Mohamed se confiesa. No puede alejarse del balompié: “El futbol es... no puedo hacer otra cosa. El que estudió, estudió y el que no, no estudió. Así que llego a mi casa y veo futbol”, revela, al tiempo que avisa que 100 partidos como entrenador con un título del futbol mexicano aún es poco.