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alejandro.rodriguezd@eluniversal.com.mx
Para Clemente Medina, su pupilo Abner Mares ya entró a la élite del boxeo mundial tras conquistar su tercera corona mundial en pesos distintos, el sábado pasado en Las Vegas. Pese a que el boxeador tapatío quiere subir de categoría en un corto plazo para buscar un cuarto título, Medina afirma que ya sería mucho peso de diferencia para Abner.
“Él [Abner Mares] ya entra a la élite del boxeo mundial, además va invicto. Estoy contento con su desempeño. Gracias a su entrenador físico Luis García, le hemos hecho un trabajo excepcional porque lo agarramos con un boxeo horrible en donde se metía mucho a las cuerdas. Hoy es un peleador evolucionado por sus numerosas batallas. Me siento satisfecho de entrenarlo”, dice Medina en charla con EL UNIVERSAL.
Mares le arrebató a Daniel Ponce de León su cetro pluma del Consejo Mundial de Boxeo al noquearlo en el noveno asalto en función realizada en el MGM Grand, con lo que sumó a su palmarés un campeonato más a los fajines absolutos que ya tenía en la división gallo y supergallo. Por esa satisfacción, es que Abner ya empieza a ilusionarse con subir a superpluma a corto plazo para buscar otra corona. Pero su entrenador es el que le pide paciencia y que se afiance primero en la división de las 126 libras.
“No dudo que quiera ir a las 130 libras, pero sería demasiado. Me gustaría que se mantuviera en esta división una o dos peleas buenas para él. Ahora tiene tres títulos en diferente divisiones y no todos lo pueden presumir”, apunta.
Clemente Medina alabó el crecimiento que ha tenido el ex olímpico mexicano como boxeador y el hecho de haber subido de división dese las 118 libras para conquistar campeonatos sin haber sufrido ninguna pelea tras 27 afrentas profesionales, a lo largo de ocho años de carrera.
“Empezamos en 122 libras su carrera, luego lo bajamos a 118. Después me dijo que subiéramos a 122 y luego a 126. Yo no estaba tan convencido en este último peso porque en esa división hay peleadores muy grandes y él no es tan alto, ni fuerte. Pero ante Ponce demostró haber vencido a uno de los peleadores que más pega. Le definió bien la pelea”, resalta el entrenador.
Medina señaló a la “paciencia” de Abner como la clave de la victoria sobre su amigo Ponce de León. Así también el hecho de que supo adaptarse al boxeo del chihuahuense. De que lo noqueara, pese a estar en su primera pelea en pluma, es algo que lo veía como posible.
“De repente la gente pensaba que no podría noquear porque venía de subir de dos divisiones y porque enfrentaba a un boxeador que ha peleado hasta las 130 libras. Los aficionados pensaban que esta sería una pelea difícil para Mares. Pero yo, conociendo a Ponce, ya había visualizado así la pelea”, apunta.
