Usando el alpinismo para transmitir el mensaje de perseverancia, principalmente a quienes padecen males como el cáncer, Héctor Ponce de León busca inspirar a las personas para que logren sus metas.
A sus 10 años, Ponce de León supo que quería ser alpinista, cuando en una excursión visitó el Popocatépetl, además gusta de la literatura, principalmente de Julio Verne y Jack London.
“En lugar de decir la palabra vocación o profesión, me gusta usar la palabra llamado [como la obra El llamado de la selva, de Jack London]. Yo creo que todos tenemos un llamado en la vida, y solo hay que aguzar el oído para escuchar el nuestro”, subrayó.
Solo 15 horas
El expedicionario que ha conquistado tres veces el Everest presentó su documental Desde cero, donde registra el ascenso al Pico de Orizaba, en abril de 2013, partiendo desde el Golfo de México, en 15 horas 20 minutos, combinando bicicleta de ruta, de montaña, corriendo y escalando.
“Nunca antes en ningún lugar del mundo, ningún montañista, ningún atleta había realizado algo similar en una jornada de menos de 24 horas, ganar tanta altura. Esto más allá del reto físico, deportivo que representa”.
Esta expedición conlleva dos tipos de preparación: física y mental. “La primera etapa fueron 200 kilómetros en bicicleta de carretera, con un ascenso de dos mil 700 metros, y requirió de mucho tiempo de entrenamiento en la bicicleta”.
“Pero para mí lo más importante fue el aspecto mental, cómo íbamos a hacer para poder soportar este esfuerzo y el ‘desconfort’ físico que lleva y desarrollar una estrategia diferente, como entrenar cuando estaba cansado y ver cómo respondía su cuerpo cuando no estaba tan motivado”, dijo
Luego estaba el hecho de que no había antecedentes de alguien que hubiera subido tan rápido en un periodo tan corto a tanta altura.
En septiembre tendrá su siguiente reto, pues partirá al campamento base del Everest para escalar a favor de una fundación.