La Canarinha es una playera que quien la porta se destaca por tener ginga, un término que utilizan los brasileños para describir el talento nato de sus jugadores para tratar bien el balón. Aquel crack que destaca por hacer dribles, recortes, cambios de ritmo. El llamado jogo bonito.
Pero esta Seleção del presente Mundial Brasil 2014 parece ser la excepción del estilo que siempre marcó a quienes portan la camiseta más vencedora en la historia de las Copas del Mundo.
Brasil pega, mete la pierna, jala a los rivales, pone los antebrazos, barre a destiempo. Un jogo “sucio”. Así lo denotan las 96 faltas cometidas a lo largo de los cinco encuentros mundialistas que ha disputado la Verdeamarela en el torneo que juega en casa.
De entre los cuatro semifinalistas —Alemania, Argentina, Holanda y los locales—, Brasil es el que más faltas ha cometido. Por consecuencia, es también el que más tarjetas amarillas acumula, con 10. Por el momento no suma ninguna roja.
El equipo comandado por Luiz Felipe Scolari se ha caracterizado por meter duro la pierna cada que intenta recuperar el balón.
Ese Brasil atípico es con el que tendrá que lidiar el árbitro mexicano Marco Antonio Rodríguez, encargado de dirigir hoy las riendas del duelo de la Canarinha ante Alemania, para dirimir al primer finalista del Mundial.
“Marco tiene que entender que Brasil es uno de los equipos que más faltas ha cometido en la Copa del Mundo. En el último partido con Colombia, hubo más de 50 faltas [31 de Brasil y 23 de los colombianos]. Tiene que detectar, desde el inicio, que debe obligar a los futbolistas a jugar y dejar de infringir constantemente la ley. Ese va a ser un trabajo fuerte para Marco, pero creo que aplicando un par de tarjetas acertadamente, lo va a controlar”, apuntó el ex árbitro Felipe Ramos, mundialista en Corea-Japón 2002.
Fernandinho (con 12 faltas), Luiz Gustavo (10), David Luiz (9) y Marcelo (9), se han convertido en los principales golpeadores brasileños, regularmente en jugadas para detener los avances de los rivales.
Es un sistema táctico que ha impuesto el técnico Felipe Scolari, que ha encontrado a varios detractores en su país al señalar ese detalle como un jogo feio.
Esas faltas “tácticas” son en las que Marco Rodríguez debe poner especial atención, según los ex colegiados mexicanos entrevistados por EL UNIVERSAL.
“Lo vimos mucho en el duelo de Brasil contra Colombia. Al jugador habilidoso lo estuvieron bajando, y creo que eso, Marco lo va a detectar, pero Alemania también tuvo dos amonestaciones por cortar el avance de los adversarios, así es que debe tener cuidado con eso para mostrar la tarjeta amarilla o roja cuando se requiera, pero tratar de conducir el partido de la mejor forma posible”, pide Armando Archundia, quien dirigió ocho partidos en Copas del Mundo.
Eduardo Brizio espera que Brasil modifique un poco su forma de jugar y sea “más abierto, tratando de buscar la victoria”.
Una petición popular entre los aficionados brasileños, que esperan volver a ver el jogo bonito.
Por el momento, tendrán que conformarse con un estilo brusco... pero efectivo.