MIAMI.— Lo que inició como un idilio terminó mal. De amor a odio se convirtió la relación del estratega portugués José Mourinho, con el Real Madrid, y este miércoles volverán a verse las caras, pero ahora como rivales, en la final del Guinness International Champions Cup, entre el Chelsea y el equipo español.
Mourinho se reencontrará con jugadores con los que tiene “cuentas pendientes”, como Íker Casillas y Cristiano Ronaldo, pues el siempre polémico técnico portugués ha sabido cómo ubicarse en el ojo del huracán y en su etapa con el club blanco, no fue la excepción.
Tuvo problemas con directivos como Jorge Valdano; sin embargo, lo que terminó por “hundirle” fue la mala relación que tuvo con algunos jugadores.
Con Pedro León tuvo un desencuentro verbal, pues en 2010, tras un duelo de Champions ante Auxerre, la prensa le cuestionó por no convocarlo, a lo que Mourinho respondió: “Parece que hablamos de Zidane o Maradona. ¡O de Di Stéfano! ¡Es Pedro León!”. El jugador salió del club al término de esa temporada.
También tuvo palabras para Benzema en esa misma campaña, pero el francés las tomó para motivarse y elevar su juego, la táctica del portugués había surtido efecto al decir ante la lesión de Higuaín: “Si tienes un perro para cazar, cazas más; si tienes un gato, cazas menos, pero cazas”.
La mala relación con algunos jugadores se fue haciendo evidente con el pasar del tiempo. En su tercera temporada, era frecuente escuchar que se enfrentaba con Sergio Ramos e Íker Casillas, incluso, a este último lo relegó a la banca tras una lesión para dejar como titular a Diego López.
“Casillas puede llegar aquí y puede decir: ‘A mí me gusta más un entrenador como Del Bosque, un entrenador como Pellegrini’, un entrenador más manejable como no sé quién... ¡Es legítimo que lo diga! Yo como entrenador tengo legitimidad para decir: ‘¡Me gusta más Diego López! Y conmigo, mientras yo sea entrenador del Madrid, va a jugar Diego López. ¡No tiene historia!”, dijo Mou.
A Íker lo acusó de “no saber entrenarse” y de “querer un técnico más manejable”, mientras que a Ramos le señalaba sus errores en el vestuario y en conferencias, al final pareció arreglarse la relación, aunque el portugués declaró alguna vez “me llevo mejor con mi mujer que con Sergio Ramos”.
Y de Cristiano Ronaldo, con quien se señaló que estaba peleado en la recta final de la temporada pasada, Mourinho dijo que él había entrenado al “Ronaldo verdadero, el brasileño, no al otro”, pero Cristiano no se enganchó ni siguió la polémica.