Las versiones chocan, se contraponen. Mientras Edgardo Codesal jura que no hubo incidentes de racismo en el vestidor del Pachuca contra el cuarto árbitro Adalid Maganda, la Comisión Disciplinaria recibió un reporte en el que hubo “mal comportamiento” de los futbolistas tuzos.
“La verdad de eso ni vamos a hablar, porque no sucedió absolutamente nada, si no, estuviera asentado en su momento. Yo creo que las versiones corren. Cuando pasó lo de Toluca-Atlas [un penalti corregido con reanudación con bote a tierra por el silbante Jorge Pérez Durán] , piensan que yo hago todo. Para nada”, señala Codesal en entrevista con EL UNIVERSAL
El jefe del área técnica de la Comisión de Árbitros acepta que tuvo una conversación con Maganda. Sin embargo, se reserva el contenido de la misma “para no hacer mayor escándalo de esta situación”.
“Sí [platiqué con él], enseguida que regresó del viaje, pero no vamos a comentar nada. Ahí muere, porque quieren hacer esto muy grande y no nos vamos a prestar a esos dramas”, explica el uruguayo naturalizado mexicano.
En la columna “Barra Brava” de este diario, se explicó ayer que los elementos de la escuadra hidalguense realizaron sonidos de mono cuando vieron al nazareno de tez morena. El hecho iba a ser consignado en la cédula arbitral, pero Codesal intervino para que se obviara para defender los intereses del Grupo Pachuca.
“Hay que hablar con Adalid, la gente que estaba ahí, con el Comisario, ninguno de ellos reporta absolutamente nada”, ataja el que fuera silbante en la final del Mundial de Italia 90.
La Disciplinaria no puede determinar algún castigo hacia los jugadores que presuntamente discriminaron a Maganda. Eugenio Rivas, presidente del organismo, justifica que en la cédula arbitral “el término ‘mal comportamiento’ es ambiguo”.
Conapred, sin quejas. El Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación no ha recibido denuncia alguna en su área de quejas, aunque el caso se analizará.