Río de Janeiro.— El voleibol de sala mexicano reapareció en unos Juegos Olímpicos después de 48 años de ausencia, y aunque lo hizo con una derrota, la selección varonil dejó todo en la cancha, nada menos que ante el representativo anfitrión.
El experimentado Carlos Guerra comandó al equipo nacional en un repleto estadio Maracanazinho que se entregó por completo a su selección en su triunfo 3-1 sobre los tricolores.
“Para mí es un sueño estar aquí, el equipo se vio muy bien y sin miedo ante uno de los mejores equipos del mundo. Creo que lo que nos faltó es creernos más que sí podíamos vencerlos”, expresó el rematador Jorge Barajas, quien en junio pasado fue fichado por el Panachaiki de Grecia.
Retando a los pronósticos el equipo mexicano se llevó el primer set 25-23, luego de ir al frente la mayor parte del periodo. El resultado parcial enmudeció al estadio pintado de verde-amarillo, donde también se encontraba una entusiasta porra tricolor que entonó el tradicional Cielito Lindo.
En el segundo set, el ímpetu de regresar a una justa veraniega no le alcanzó al equipo mexicano. La Canarinha se tornó mucho más agresiva y nuestro país erró en los servicios por lo que marcador se inclinó 25-19 a favor de los anfitriones.
El tercer y cuarto sets fueron una repetición del anterior con números decisivos de 25-19 y 25-18.
Lejos de ser el duelo entre maestro y aprendiz, nuestro país demostró carácter sobre la cancha en la que mañana enfrentará a la selección de Francia.
“Esto es una gran vitrina para nosotros porque los mejores clubes del mundo ven los Juegos para reclutar jugadores. Ojalá con lo que mostremos en esta competencia algunos logren colocarse en buenos equipos”, añadió Barajas.
Jorge Azair, entrenador nacional, aseguró que pese a la derrota, México ganó al enfrentarse a Brasil.
“Jugamos contra uno de los tres mejores equipos del mundo y lo hicimos convencidos de que podemos estar al nivel de cualquiera. Brasil no se esperaba un México así. Ellos ajustaron su servicio y nosotros lo aflojamos. A este nivel no puedes dar esas ventajas, eso te mata”.
En el siguiente partido de México, ante Francia, estarán más atentos.
“Son un equipo muy alto en el bloqueo, hoy [ayer] no fue su día, pero ellos no suelen jugar así”, finalizó Azair.