LISBOA.— Pudo ser un gol bello, un derroche de técnica individual para finiquitar un partido con una definición excelsa. Pero no. Parece que Javier Hernández tiene un estilo: marcar tantos feos, atropellados, poco artísticos, como el que selló el pase del Manchester United a los octavos de final de la Champions League.
El Chicharito se encontró solo en el área ante un Braga ya desfondado y confundido por haber dejado ir una vital ventaja de 1-0 en unos segundos.
Con un taconazo que sirvió como pase de Wayne Rooney, el ariete mexicano con el balón controlado se quitó al guardameta Beto. Se disponía a definir, pero no se pudo traicionar.
Hernández, entre que se tropezó por el terreno de juego anegado y se enredó con el esférico, remató con un punterazo que se estrelló en la defensa del club portugués, que no alcanzó a despejar. Chicharito, en el suelo, alcanzó a puntear y metió la pelota (92’).
Era el tercer tanto de los Red Devils en un partido que sufrieron durante 80 minutos. El penalti convertido por Alan (49’) dio al Braga el control del partido hasta un error de su arquero.
El atacante holandés Robin van Persie aprovechó una salida a medias de Beto para clarearlo, cuando parecía que el United tendría que ganarse su derecho a estar en la siguiente ronda en las siguientes dos jornadas.
Con el empate, sir Alex Ferguson lucía más tranquilo. Mascaba eternamente su chichle, mientras la tormenta en la tierra lusa caía con intensidad.
Pero sus jugadores no quisieron caer en problemas. Todavía tienen fresca la eliminación del año pasado en ronda de grupos. Prefirieron ir por el partido, aunque fuera con triquiñuelas.
Rooney se tiró un clavado, literal, en el campo inundado, para que el silbante decretara un penalti. El delantero inglés agradeció la concesión para darle la vuelta al marcador, al 84’.
Faltaba Hernández. Apareció el mexicano con su falta de estética a la hora de marcar, pero sus tantos ya son constantes cuando más se cuestionaba su continuidad en el United.
Al convertir su feo gol, El Chicharito lo celebró como si hubiese sido hermoso: con una sonrisa que enmarcó el pase a octavos de final en la bolsa.