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Con cero goles en los juegos de vuelta de semifinales, disputados ambos ayer en la Sultana del Norte y el Distrito Federal, hay un par de finalistas que disputarán el título esta semana.
Si sumamos los ceros de ahora con los de los encuentros de ida, el total es de tres goles en cuatro partidos.
En la historia del futbol mexicano, la edición Apertura 2014 es ya la Liguilla menos productiva de todas, con 16 goles, desde su nacimiento, a principios de los años 70. Hasta ayer, la Liguilla que tenía el récord con menos anotaciones era la de 1983-84, con 21.
En ninguna de ellas es posible comparar el pobre rendimiento alcanzado hasta la fecha.
El 0-0 entre Tigres y Toluca —de ida y vuelta— lo debemos sumar con el doble 1-1 registrado por los mismos Tigres en la eliminatoria de cuartos de final que le ganaron al Pachuca. Así las cosas, con cuatro empates y sólo dos goles a favor en 360 minutos, el equipo de Ricardo Ferretti se encuentra en la gran final del campeonato.
El otro finalista, el superlíder América, tampoco elaboró muchos goles para alcanzar el mérito. Con apuros venció 1-0 a Pumas en el duelo de vuelta de cuartos de final y por su mejor posición en la tabla aterrizó a semifinales, donde superaron 0-3 al Monterrey en la ida y luego adormecieron ayer a sus aficionados, en el Estadio Azteca, con otro par de roscas, el tercero en lo que va de la Liguilla.
Curiosamente los tres encuentros que han terminado sin goles en esta “Fiesta Grande” han sido de semifinales. De ahí que en dicha etapa sólo se puedan presumir las tres dianas marcadas por las Águilas en la ida. Dicha cifra, por sí sola, es la más pobre en la historia. En las temporadas 1981-82 y el Verano 2002, únicamente se consiguieron cuatro goles. Hasta ayer eran las menos productivas, hoy lo es el Apertura 2014, con tres anotaciones.
Sin embargo, también en los cuartos de final la suma de goles ha sido limitadísima. En ocho juegos se marcaron 13 goles, suma que empata la registrada hace 30 años, en la ronda de cuartos de final de la temporada 1983-84. Sin embargo, en las semifinales de esa Liguilla se marcaron ocho goles, cinco más que en la actual. Porcentualmente los 16 goles obtenidos en esta Liguilla —a la fecha— equivalen a 1.3 goles por juego. Algo realmente para el olvido.
Lo más parecido a la producción registrada por los finalistas en estos playoffs se remonta a la citada campaña 1983-84. Los 13 goles de cuartos más los ocho de semis dieron la suma de 21, algo que aún está muy por encima de los 16 alcanzados en estas dos semanas.
Entre tantos números, hay que lamentar también que tres de las series de cuartos de final se resolvieron por la mejor posición en la tabla de parte de los involucrados, gracias al empate global (1-1) que tuvieron América-Pumas, (2-2) Tigres-Pachuca y (2-2) Toluca-Jaguares. La peor ha sido, sin embargo, la semifinal Tigres-Toluca (0-0), sin un gol en 180 minutos, que constituye igualmente la cuarta serie que define al mejor posicionado en la Liguilla.
De ahí que el famoso gol de visitante se haya convertido curiosamente en un factor en contra para el espectáculo, porque los equipos, lejos de apostar por arriesgar, se reservaron en casa, al extremo de cuidarse de no admitir. El resultado, siete empates.
Si recordamos los millones de dólares de las nóminas de los cuatro semifinalistas (51.2 mdd del América, 50.1 de Monterrey, 45.9 de Tigres y 42.7 del Toluca), los tres goles de esta ronda son los más caros de la historia: 63.3 millones de dólares por anotación.