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San Nicolás de los Garza .— Tigres es mezquino, juega feo, es poco espectacular, pero va por su cuarta corona, igual que Ricardo Ferretti.
Serie decidida por la posición de la tabla. 180 minutos de poco futbol propositivo y mucho especulativo. Se vale, así también se gana, aunque no guste. Cero a cero en la ida y en la vuelta... Y Tigres va por la corona.
Toluca no pudo y se vio decepcionante, con poca idea, pocas variantes, poco corazón. Cardozo se dejó comer por el ‘Tuca’ y su falta de experiencia le cobró factura. Tigres va por su cuarto título. Ganó dos con don Carlos Miloc y otro con el mismo Ferretti, quien también va por su cuarto campeonato después de haber ganado con Chivas, Pumas y los propios felinos.
La misma versión de todos los tiempos de los Tigres del ‘Tuca’ se presentó durante la primera parte: mucha tenencia del balón, poco ataque.
Durante el primer tiempo, Tigres no hizo, pero tampoco dejó hacer. Le quitó el balón y el tiempo a Toluca, que urgido por el gol del pase se dedicó a correr detrás del balón, sin ton ni son, con un Lucas Lobos más preocupado por los abucheos que por generar, y un José Cardozo desesperado por la falta de organización de su equipo.
En el segundo tiempo, Tigres quiso cambiar sus intenciones, pero en intención se quedó, mucho grito de la tribuna, una que festeja hasta un saque de banda, pero poco trabajo real para Talavera.
Cardozo intentó ir por el gol del pase. Lobos se fue como llegó, abucheado, pero los Diablos no encontraron la forma de cambiar el juego.
El tiempo pasó y Ferretti decidió que era hora de poner un candado más. Cambió a línea de cinco, echó tres centrales sobre los dos delanteros rojos y dejó que todo sucediera. Y por poco sucedía, pues Cardozo se atrevió a meter a Carlos Esquivel, quien con pocos minutos en el campo hizo más que Lobos.
Pero el tiempo jugó a favor de los felinos, que le echaron colmillo, tirándose con cualquier pretexto, pateando el balón lejos de su portería. Para colmo, Richard Ortiz y Jerónimo Amione se hicieron expulsar en los minutos finales, víctimas de la desesperación.
Poco o nada espectacular, gris que juega feo, pero que como el ‘Tuca’ va por su cuarta corona.
