Pittsburgh.— Cuando el quarterback Ben Roethlisberger está sano, el ataque de los Steelers de Pittsburgh es uno de los más explosivos en la NFL.
Para muestra, basta ver lo que ocurrió el domingo por la noche, cuando el ataque de Pittsburgh amasó 522 yardas de ofensiva total al apalear 45-10 a Indianapolis.
Fue el cuarto partido en fila en el que Pittsburgh anota al menos 30 puntos, ‘Big Ben’ salió de la banca en uno e inició los otros tres.
Los 30 o más puntos en cuatro partidos consecutivos es una nueva marca en la historia de la franquicia, que fue fundada en 1933.
En esos cuatro juegos, Roethlisberger, quien ha padecido con las lesiones, completó 106 de 171 pases para 1,533 yardas, 10 touchdowns y cuatro intercepciones.
“Les dije a los chicos antes del juego ‘sólo salgan a divertirse para que cuando se vayan y vean sus teléfonos tengan muchos mensajes en los que les digan que se veía que se estaban divirtiendo’. Quiero que el mundo vea que los Steelers de Pittsburgh se estaban divirtiendo y pateando traseros”, dijo Roethlisberger al diario Pittsburgh Post-Gazette.
“Creo que eso fue lo que hicimos esta noche [antier]”, añadió.
Los Steelers han dominado como afirma su quarterback. Para sus rivales es complicado frenar a sus dos receptores Antonio Brown y Martavis Bryant. DeAngelo Williams ha relevado al lesionado Le’Veon Bell sin que se note.
Con Roethlisberger sano, el coach Mike Tomlin, no tiene miedo de mandar pases largos y eso abona a un promedio de 529 yardas por partido en su buena racha.
“Eso es lo que se espera de nosotros”, dijo Roethlisberger sobre el ataque. “Estoy molesto por las oportunidades que fallamos, la verdad queremos ser perfectos”.
Pittsburgh será puesto a prueba en las próximas semanas cuando se enfrente a Bengals y Broncos. ¿Se acabará la diversión? Redacción