GUADALAJARA.— Su rehabilitación avanza, pero es lenta y dolorosa. La molestia sigue presente en el tobillo derecho de Marco Fabián, volante del Rebaño Sagrado, quien sufre un esguince de segundo grado que le impidió terminar el Clásico de la jornada 12, frente al América.
Aunque el propio futbolista asegura que hay mejoría, está descartado para enfrentar el próximo domingo al Atlante y el trabajo del cuerpo médico se enfoca en tratar de tenerlo listo para el duelo ante Atlas, el próximo sábado 20 de abril, en el estadio Jalisco.
“Ahí vamos, progresando cada día que pasa, aunque el dolor todavía existe”, reconoce en primera instancia. Enseguida, el jugador añade: “Siento una mejoría. Se ha desinflamado un poco más y ya puedo apoyar, sabemos que este tipo de lesiones son dolorosas y cansadas, por lo que hay que tener mucha paciencia”.
Este lunes, Marco Fabián estuvo presente en las instalaciones de Verde Valle, para su sesión de terapia. A lo lejos, sólo pudo observar el entrenamiento de sus compañeros, que comenzaron, luego de un día de descanso, la preparación de cara al duelo ante los Potros de Hierro.
Durante el Clausura 2013 ha sufrido con las lesiones. Por un tema similar, se perdió los encuentros ante Pumas, Pachuca y Tigres. Volvió para el Clásico frente a las Águilas y nuevamente se lastimó. No jugó contra Jaguares y tampoco lo hará el próximo domingo. En esta etapa complicada, el respaldo del plantel representa algo importante.
“El apoyo incondicional de todos mis compañeros, del cuerpo técnico y de mi familia me ha servido mucho para mantener la fortaleza mental de salir adelante, tratar de estar mejor cada día y regresar lo más pronto posible a la cancha para apoyar a mi equipo. Eso es lo más importante”, sentencia.
Finalmente, asegura que además de la molestia física, le duele ver al equipo cargar con derrotas en las que nada puede hacer, pues desde afuera del campo es imposible aportar. “Duele, porque a nadie le gusta perder... nos ha faltado algo para conseguir los triunfos”.
