GUADALAJARA.— Cinco años y medio tuvieron que pasar. Largos 11 torneos de mediocridad. De ser un equipo de relleno en el futbol mexicano. De ver la Fiesta Grande por televisión. Eso terminó por fin. Atlas está de regreso en la Liguilla por el título del balompié nacional y este jueves hará su presentación en la ronda de cuartos de final ante el Santos Laguna.
La escuadra de Tomás Boy llega a este duelo cargada de confianza. Inclusive, el argentino Facundo Erpen aseguró apenas el martes pasado, que Santos Laguna es el rival más cómodo que les podía tocar, pues viene golpeado anímicamente, tras perder la final de la Liga de Campeones de la Concacaf.
A eso se suma otro factor que, en apariencia, favorece al conjunto tapatío: Oribe Peralta no podrá estar en el primer partido de esta serie, debido a una lesión, según confirmó la propia directiva lagunera. Sin embargo, eso no genera excesiva confianza.
“Santos no sólo es Oribe Peralta, tiene otros muy buenos jugadores. No importa quién juegue. Debemos hacer nuestro trabajo y no preocuparnos por eso. Van a ser 180 minutos donde el equipo que esté más concentrado y más ordenado se va a quedar con la serie”, explica Lucas Ayala.
“Santos es un gran equipo, con buenos jugadores, que sabe perfectamente bien lo que se juega y que tiene individualidades importantes. Es una Liguilla muy pareja, todos estamos con las mismas posibilidades de quedarnos con el campeonato, tenemos un gran rival y sólo depende de nosotros para ganar la serie”, añade el mediocampista rojinegro.
Tras una ausencia tan larga, el Atlas sueña con lograr cosas importantes en la fase final del Clausura 2013. “Estamos con muchas ganas, muchos deseos de que ya empiece esta linda etapa de la Liguilla. Nos sentimos muy ilusionados de tener una buena Liguilla y llegar al objetivo único de esta fase, que es ser campeones”, sentencia Ayala.
En el plantel rojinegro, los más jóvenes no saben lo que es jugar una Liguilla y la inexperiencia podría ser un punto en contra, pero la confianza se mantiene viva.