SEATTLE.— Aunque fueron superados por el aparentemente poco favorito Martinica (0-1), a los integrantes de la selección canadiense les motiva que su próximo rival en la Copa de Oro sea un gigante empequeñecido.

Los todavía dirigidos por Colin Miller se jugarán, pasado mañana ante México, buena parte de sus aspiraciones para avanzar a los cuartos de final... Y confían en que podrán agravar la crisis tricolor.

El estratega, quien será sustituido por el español Benito Floro en agosto, afirma que el choque con los verdes es “una fabulosa oportunidad” para recuperarse del mazazo anímico que significó caer ante los caribeños.

“Todos nos sentimos muy decepcionados por la forma en que perdimos”, añade. “No queremos poner excusas, pero estamos devastados por el resultado. Ahora debemos reagruparnos como equipo y reponernos a nivel individual”.

Además de ingeniárselas sin el delantero Randy Edwini-Bonsu, quien fue dado de baja por una lesión. Le sustituirá Kyle Porter.

“Tenemos mucho carácter en este grupo”, presume Miller. [El inesperado revés] no fue por falta de esfuerzo. Los jugadores, en algunos casos, corrieron hasta el cansancio”.

Fórmula que repetirán ante un gigante empequeñecido.

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