marco.sotelo@eluniversal.com.mx
Adriana Jiménez es la única mexicana que practica clavados de altura profesionalmente y hoy disputa la final de la Copa del Mundo FINA en Kazán, Rusia. Cumplirá uno de sus más grandes anhelos.
“Cuando tienes un sueño y un objetivo claro, aunque te encuentres muchos obstáculos, con mucho esfuerzo nada es complicado, la vida da segundas oportunidades y gracias a mi trabajo y a la FINA estoy aquí y es un gran honor competir entre las mejores del mundo”, comentó Jiménez en exclusiva para EL UNIVERSAL.
Es la primera ocasión que la FINA organiza una Copa del Mundo de esta especialidad, pero Adriana aspira a una medalla y ser de las mejores entre nueve clavadistas.
“Todas tenemos un gran talento, por algo estamos aquí, aunque siempre he tenido gran admiración a Anna Bader y Ginger Leigh”, opinó Adriana, quien se entrenó arduamente antes de este torneo.
“Tuve entrenamientos diarios, de cuatro a cinco horas, de lunes a sábado. José Antonio Martínez supervisó mi técnica y trabajamos de la mano con Alfredo Chávez, quien me ha ayudado a nivelar mis emociones y tener una visión mas clara de mis objetivos”, comentó Adriana, quien es apoyada por sus familiares y amigos.
Paredes y Guzmán avanzan
Los clavadistas mexicanos Jonathan Paredes y Sergio Guzmán calificaron a la semifinal de la primera Copa del Mundo de Clavados de Altura. Por su parte, el seleccionado Jorge Ferzuli no pudo competir, debido a una lesión.
Ayer, en la ronda eliminatoria de la rama varonil, tras tres saltos Paredes quedó en el lugar 10 con 302.85 puntos, y Guzmán ocupó la posición 18, el último boleto disponible, con 238.10 tantos. El mejor competidor fue el estadounidense Steve Lobue, con 364 puntos.