En Lobos BUAP no aullarán con la versión oficial. Piden darle vuelta al pleito entre los colombianos Julián Quiñones y William Palacios, que terminó con la baja definitiva de este último.

“La institución fue muy clara, no queremos romper nuestra línea de discreción en favor de los muchachos, es evidente que cayeron en una falta. Lo de William nos duele muchísimo, tiene que seguir con su camino profesional y con base en eso, determinamos no hablar de los detalles a la investigación que hicimos”, dijo Rafael Fernández, director deportivo del club.

El ariete William Palacios manifestó que regresará a su país, en compañía de su esposa e hija, de forma austera y sin contacto alguno con los Tigres, dueños de su carta.

“Estoy solo. Sin un peso. Sé que la carta en su totalidad es de Tigres. Estoy a la espera de que alguien me dé la cara”, aunque rectificó que Lobos no le queda a deber dinero tras firmar su finiquito.

Pese al carpetazo de la directiva, el colombiano sólo desea limpiar su imagen y retomar actividad lo antes posible en Sudamérica.

“La decisión que toman [Lobos] la respeto, pero no voy a permitir que manchen mi nombre con cosas que no han pasado: no le pegué a mi mujer. La directiva me ha dicho que no hable, pero en este momento la imagen dañada es la mía”, dijo a ESPN.

Sobre la riña, el delantero de 23 años narró que “tuvimos problemas como cualquier persona, tomamos, nos insultamos y peleamos. [Quiñones] fue por el cuchillo, me lastimó y se lastimó solo. Yo pagué los platos rotos”.

“Si me quedo a pelear se me cierran los mercados. Después de dos problemas de esta magnitud hay que aprender. Con una tercera tendría que retirarme”.

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