Una situación que no se puede entender del público mexicano, que dice amar el basquetbol y aborrecer el futbol. Y es que el grito de “pu...”, que se popularizó en los estadios de la Liga MX, fue sonoro en repetidas ocasiones ayer en el Palacio de los Deportes, en el encuentro de los ‘ 12 Guerreros’ante Canadá.
Cada vez que los jugadores del equipo de la hoja de maple fueron a la línea de tiros libres, el insulto salió de las miles de gargantas que abarrotaron el inmueble, sin que hicieran temblar el pulso de los basquetbolista del coach Jay Triano.
“No nos interesa el futbol, aunque sé que hoy el Tri juega contra Argentina, vale más apoyar al basquetbol que nos ha dado victorias desde que empezó el torneo”, sostuvo Felipe Garibay, quien se desplazó desde Aragón.
La afición capitalina trató de apretar en todo momento a los canadienses, que con la frialdad y experiencia que les da contar con casi una decena de elementos NBA, mantuvieron la calma ante la rechifla de los espectadores.
Fueron dos cuartos donde el ánimo de las más de 14 mil personas se mantuvo a tope con los “aplaudidores” (unas manos de plástico que suenan como un aplauso al agitarlas) que se regalaron a la entrada y la voz de ‘México’ que encendió cada ataque de los ‘12 Guerreros’.
Las veces que México encestó, el Palacio estalló, pero la voz se fue apagando ante el dominio de la escuadra canadiense, cuyo dinamismo fue patente.
De meterse con el rival, el ‘sexto hombre en la duela’, pasó a apreciar el recital explosivo dentro y fuera de la pintura de los jóvenes herederos de las glorias de Steve Nash, quien es una leyenda canadiense de las duelas en la NBA.
“No fue la venta que esperábamos, como que la gente se desilusionó muy rápido y ya no quiso comprar cervezas. Hoy vendí más refrescos. Ojalá mañana [hoy] ante Argentina se mejore, aunque lo bueno será el viernes”, dijo Esteban González, cubetero del Palacio de los Deportes.
Y aunque lo nieguen los basquetboleros, el futbol estuvo presente, pues además del tradicional grito de “pu...”, varias playeras de la selección mexicana de futbol también deambularon en la tribuna y convivieron junto a los jersey de Gustavo Ayón.