México sueña con ser un equipo de élite, que sea capaz de sorprender en la Copa del Mundo de Rusia 2018. Siente que tiene la mejor generación de la historia, aunque el dinero indique que es un equipo de “clase media baja”.
El Tri ocupa la posición 18 entre 32 en el rubro de los planteles más onerosos que estarán en la próximo justa mundialista. El valor de la nómina mexicana es de 136.8 millones de dólares, 655.7 por debajo de la puntera, Brasil.
Con ese equipo modesto, sus integrantes consideran que pueden ser monarcas el verano próximo, por encima de la Canarinha, Alemania, España o Francia.
“Si somos capaces de dar ese paso importante y llegar al quinto partido, porque por historia no lo hemos conseguido, el objetivo es lo más alto que existe y ojalá podamos ser campeones y llegar hasta la final. Muchos me juzgarán de loco, pero si no vas a una competencia a buscar ser campeón entonces ¿a qué vas?”, manifiesta el capitán del Tri, Andrés Guardado.
Las aspiraciones mexicanas se acrecentaron, luego de la actuación que tuvo el habilidoso atacante Hirving Lozano. El Chucky hizo un doblete contra Bélgica en un duelo amistoso reciente, además de que ha tenido un funcionamiento brillante en el PSV Eindhoven. Razón por la que Lozano aumentó su valor, al grado de ser el futbolista más costoso del denominado “equipo de todos”, con un valor superior a los 17 mdd.
“No nos sorprende el gran rendimiento de Hirving, un jugador magnífico con extraordinarias condiciones y un ser humano espectacular. Es el típico ejemplo del jugador mexicano”, halagó el seleccionador mexicano, Juan Carlos Osorio.
Sin embargo, una joven promesa como el francés Kylian Mbappé, (18 años), cuesta 105.9 millones de billetes verdes, seis veces más que el canterano del Pachuca.
Pese a tener un escenario adverso en el plano económico, México quiere dar la campanada y buscar trascendencia histórica en una Copa del Mundo en la que su nómina sólo representa el 1.6 por ciento de lo que cuestan las 32 selecciones (8 mil 80 millones de dólares).
