TORREÓN.— Pachuca demostró que no es sólo comparsa en el torneo, su victoria frente a Santos Laguna catapultó a los Tuzos al séptimo lugar general, pero también demostró que no hay rival chico en esta Liga.
Todo estaba preparado para que los dirigidos por el portugués Caixinha volvieran a la senda del triunfo, el acoso y las balones al porte sobre la portería de Rodolfo Cota así lo presagiaban, pero el futbol no es sólo de intentar y Pachuca la que tuvo, la hizo.
Después del vendaval inicial de los laguneros, Ángel Reyna tomó la pelota, se la llevó hasta el área, frente a Oswaldo Sánchez quien desvió el disparo, pero el balón salió rebotado y le cayó a Héctor Herrera para que el olímpico sólo empujara para el 0-1.
Gol que parecía poco pero al final fue suficiente. Parecía poco porque los de Torreón se fuieron encima a querer lavar su herido orgullo, se fueron encima con todas sus armas pero sin la principal, y es que la ausencia de Oribe Peralta, quien se encuentra lesionado, pesa demasiado, pero fue suficiente porque la suerte estaba del lado Tuzo y Cota se agrandó como antes se agradaba su maestro Miguel Calero.
Pachuca no será comparsa, será un equipo al que hay que tomar en serio. Y Santos no convence aún. La ideología portuguesa no ha traído ninguna novedad al juego santista. Pachuca llegó a diez puntos y Santos se quedó en ocho.